Diversidad Sexual

La semana pasada se abrió en el Concejo de Bogotá un debate muy interesante. La discusión está enmarcada dentro del amplio y controvertido tema de la diversidad sexual. Aparentemente desde hace cuatro años se imparten en los colegios distritales algunas clases sobre la comunidad LGBTI. Estas cátedras formaron parte de un proyecto piloto de la Secretaria de Educación que no fue difundido al público. La actual administración ha decidido retomar esta iniciativa y darle continuidad, decisión que ha generado la abierta oposición de un grupo de concejales encabezados por Clara Lucía Sandoval (Partido de la U). La razón que esgrimen: este tipo de clases podrían fomentar la homosexualidad entre los jóvenes.

A pesar de la disposición de la Corte Constitucional de noviembre del año pasado, que exhorta a la construcción de una política pública que permita la integración y la no discriminación de la comunidad LGBTI, el debate ha encontrado un terreno fértil entre los actuales concejales. Entre ellos, la concejal Sandoval y el pastor y concejal Marco Fidel Ramírez (PIN) –quien se ha opuesto abiertamente al nombramiento de Tatiana Piñeros, transexual, como directora de Gestión Corporativa de la Secretaría de Integración Social de Bogotá-, han vuelto a poner el tema sobre la mesa. El argumento que esgrime Sandoval está compuesto de dos partes. Por un lado, que se les está “brindando una tercera opción a niños y jóvenes de nuestra sociedad” (El Espectador, http://bit.ly/zCu5N4), lo que podría fomentar la homosexualidad entre los jóvenes. Y, por otro lado, que cuestiones como estas deben permanecer en un plano privado, “respeto las decisiones privadas de la gente, pero estas no pueden pasar a lo público. No se pueden imponer realidades privadas a los seres más vulnerables, que son nuestros niños” (El Tiempo, http://bit.ly/xj95Y8).

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