Don Alvaro O La Fuerza Del Sino

Simbologia

Don Alvaro o la fuerza del sino es una recreacion privada -esto es, que atane a un individuo concreto, don Alvaro- del asesinato del padre mitico primitivo por sus hijos que Freud relata en Totem y tabus. La narrativa freudiana establece simbolicamente el caracter fundacional de la estructura denominada en psicoanalisis "complejo de Edipo" y los mecanismos para su superacion.

Los rasgos esenciales del drama edipico segun Freud son los siguientes: en primer lugar, al padre se le envidia y teme, y se le llega a odiar; al mismo tiempo se le admira y ama. En segundo lugar, como resultado de la situacion en la que los hijos no tienen acceso ni al poder ni a las mujeres que el padre guarda para si mismo, el odio se impone sobre el amor, y los hijos matan al padre. Finalmente, la admiracion y el amor que los hijos sentian hacia el padre reaparecen en union a un sentimiento de culpa por haberle matado.

Las dos figuras que inicialmente juegan los papeles cruciales en el drama edipico que se desarrolla en Don Alvaro son el marques de Calatrava, la figura paterna, al ser el representante de la ley -y despues encarna en Don Carlos y Don Alfonso- y don Alvaro, la figura filial. Don Alvaro, el heroe de la obra del duque de Rivas, organiza la fuga y posteriores esponsales con dona Leonor, la hija del marques de Calatrava, cuyo matrimonio con don Alvaro el marques prohibe. La noche de la fuga el marques sorprende a los amantes en los aposentos de dona Leonor cuando ambos estan prestos para la huida. Al comienzo de la escena VIII de la Jornada Primera leemos en una acotacion: "Abrese la puerta con estrepito, despues de varios golpes en ella, y entra el Marques, en bata y gorro, con un espadin desnudo en la mano, y detras, dos criados mayores con luces". Obviamente, el marques ostenta el simbolo falico que lo hace representante de la ley, una ley represiva para con los amantes. Don Alvaro, en presencia del marques, acata aparentemente la autoridad de la figura paterna: "Vos so1o teneis derecho para atravesarme el corazon", le dice al marques, anadiendo: "teneis derecho para todo... Si, debo morir... Espero resignado el golpe; no lo resistire; ya me teneis desarmado". Esta sumi-sion a la ley del padre, sin embargo don Alvaro "saca una pistola y la monta", y al tiempo que se pone a merced del marques, "Tira la pistola, que al dar en tie-rra se dispara y hiere al marques, que cae moribundo en los brazos de su hija y de los criados, dando un alarido". La "imprudencia" de don Alvaro al arrojar al suelo una pistola montada es, a mi juicio, un "acto fallido", esto es, un intento inconsciente por parte de don Alvaro de, efectivamente, matar al marques, a la figura paterna.

Este es el caso de don Alvaro que culpa a la pistola y al azar del efecto de su propia imprudencia: "iDios mio! jArma funesta! iNoche terrible!".

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