Don Quijote De La Mancha

“Si Don Quijote se enamora de Dulcinea una mujer que apenas ha visto y le dedica sus victorias aun sin saber si ella le quiere o sabe de él, este es un claro ejemplo de amor frustrado y/o fantasioso por lo tanto esta obra tiene indicios del romanticismo y por lo tanto se puede decir que la obra es una representación del romanticismo aun siendo de otro periodo”.

En la obra ”Don Quijote de la Mancha” la representación del romanticismo, va implícita desde el momento en que “Don Quijote” se enamora de una mujer a la cual él pone por sobre nombre “Dulcinea”, pues según sus conocimientos en el área de los caballeros todo caballero debe tener una doncella a la cuál dedicar sus victorias. Como todo amor característico del romanticismo no se llega a consolidar, pues cuando planea encontrarse con ella por alguna u otra razón es imposible y no es, sino hasta el día de su muerte cuando por fin puede hablar con ella.

Además del amor imposible y/o frustrado otra característica muy notoria del romanticismo en la obra, es la nostalgia por la edad media y prueba de esto son los libros de caballería que Don Alonso Quijano (Don Quijote) leyó y que son mencionados así como también la alusión que se hace a los castillos y a los cantares de gesta de forma un poco más indirecta, pues las hazañas de Don Quijote llegan a todos los rincones de España y se vuelve tan famoso como lo fue en su momento “el poema del Mio Cid”.

Por lo ya mencionado anteriormente se puede afirmar con seguridad que a pesar de que el romanticismo es un movimiento de otro periodo, un tanto más contemporáneo, en el siglo de oro de la literatura tal vez sin saberlo ya se estaban forjando algunas de sus características y no es de extrañarse puesto que esta época fue parteaguas en lo que hoy conocemos como literatura.

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