Don Vasco De Quiroga

Vasco Y Su Vida Evangelizadora

La Iglesia está hecha para evangelizar y su naturaleza es esencialmente misionera. La evangelización, el anuncio misionero y la invitación a la conversión tanto de las personas y las sociedades como de las instituciones, la Iglesia los ha ido realizando por medio de aquéllos de sus miembros que se han sentido llamados a dedicar su vida a la extensión, consolidación y profundización del Reino de Cristo.

En este trabajo quiero tratar sobre la obra de Don Vasco de Quiroga, por la razón de que es uno de los modelos en México de esta acción a un tiempo civilizadora y evangelizadora. Don Vasco fue el primer obispo de Michoacán

Don Vasco de Quiroga tuvo todo un programa de acción misionera, difícil de igualar en aquellos tiempos y en aquellas latitudes. Porque en una misma valoración comprendía tanto lo que era propio de la predicación evangélica, como el humanismo, el ideario político de una nueva sociedad, el calor humano de la entrega y del sacrificio por los más olvidados y desamparados que eran los indios, a los que busca y de ellos se rodea desde el momento en que llega a la Nueva España. Para él, como para otros, se trata de cristianizar a los naturales de América, de incorporarlos al cuerpo místico de Cristo, sin echar a perder sus buenas cualidades. además de atender humanamente a cualquier necesitado, se preparaba a quienes, ya cristianos, podían salir por campos y poblados en busca de los otros indios paganos, a los que pudieran instruir en la fe cristiana y prepararlos después para el bautismo. Iban a veces de dos en dos como los apóstoles y después de catequizar a quienes podían, los llevaban a los sacerdotes y religiosos que había en Santa Fe, para que ultimarán u preparación.

Don Vasco ayudaba a todos como podía. Acogía a los peregrinos, curaba a los enfermos, enseñaba lo más elemental de artes y oficios, llevaba la administración y cuando le dejaban las ocupaciones, podía retirarse a la pequeña ermita del otro lado del barranco para darse a la lectura y a la oración. El obispo Vasco de Quiroga tenía un extraordinario sentido práctico para promover en los indios su bien espiritual y material.

Don Vasco aparece, en sus años de seglar y en el ambiente de la Nueva España, bien implicado y comprometido en su obra misionera. En rimer lugar con su propia vida cristiana ejemplar: es el primero que está en todo y se lo juega todo, entrega su vida, su trabajo sin descanso; reza y estudia. Es un hombre con disposición, tiene ideas claras, sabe lo que quiere y de dedica totalmente a ello.

La observación y el estudio de la realidad es su punto de partida: ha visto y comprendido todas las miserias y necesidades de los indígenas y busca soluciones para ellos. Empieza por reconocer su dignidad, así como su capacidad de participación plena en la sociedad y en la Iglesia. Lleva a cabo la defensa de sus derechos

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