EL CAMINANTE Hace muchos años en la antigüedad

EL CAMINANTE

Hace muchos años en la antigüedad, había un hombre, este era de piel mestiza, altura promedio, bastante delgado, usaba lentes y no vestía de forma muy elegante, fácilmente era confundible con un vago ya  que este se encontraba deambulado por las calles de un país muy poco conocido, el buscaba algo, pero no sabía que era; este hombre no era muy conocido ya que hacía muy poco tiempo había iniciado su investigación, investigaba sobre el alma del ser humano, él busca describir sensaciones, emociones, pensamientos, percepciones y otros estados motivadores de la conducta humana, sin embargo aún no entendía del todo y a pesar de que ya había conseguido tener mucha información, acababa siempre por no entender nada.

Por esto mismo decidió emprender este viaje, buscar las respuestas a sus preguntas y en uno de sus muy rutinarios paseos, se topó con un hombre este se encontraba sentado a lo alto de una pequeña colida concurrida por muchas personas, lo que más le sorprendió era que este hombre era de tez blanca, una gran barba como si tuviera meses sin cortarla, cabello y barba blanquecinos, era muy anciano y vestía solo una túnica y unas andalias, parecía un pordiosero, como si no se hubiese bañado en años. Sin embargo lograba que muchas personas se juntaran solo para escucharlo. “¿De que estará hablando ese hombre?” se preguntaba mientras decidía si iba o no a escuchar de lo que éste estaba divulgando; después de meditarlo por un tiempo decidió acercarse y a medida que iba aproximándose escuchaba muchas barbaridades, este hombre se cuestionada todo desde la existencia de los dioses, la creación de la tierra, por qué las cosas sucedían de la forma en que pasaban; ¡Dudaba de todo!, estuvo a punto de irse, pero algo que este mismo hombre dijo lo detuvo, el dudaba de la existencia del hombre y dudaba de la forma en que este pensaba, ¡Esto muy claramente tenía que ver con su investigación!, decidió esperar a que la conferencia terminara y se acercó al hombre, quería saber más de lo que ya había escuchado,

Fue entonces cuando sentado junto a él y a solas, el hombre hablo con aquel pordiosero sobre su investigación, y entonces este le explico sobre el sentido de la motivación y la inteligencia, el buscaba explicar la conducta que observaba en la vida cotidiana, durante el periodo en el que los seres humanos han buscado de forma exhaustiva extender los límites de entendimiento humano mediante la aplicación de la razón, en una época donde comienzan a aparecer las diferentes perspectivas de comprensión de los fenómenos como la perspectiva mística y la orgánica, solo la duda de lo conocido, nos abre las puertas a lo desconocido. ¡Magnifico!, esto era lo que el buscaba, un enfoque y perspectiva distinto al que se encontraba ya estipulado en los diferentes libros religiosos  y doctrinas estrictas determinadas por la iglesia. Determinando que el hombre, en su busca de sí mismo y su realidad, y escapando de aquellas doctrinas, es entonces cuando este busca adquirir su conocimiento a través de su entorno, el espacio exterior y las reglas que lo dominan, basándose en que el conocimiento de sí mismo no representa la más insignificante parte de lo ya escrito sobre otras teorías, esto puede ser, en su afán de no poder ser imparcial consigo mismo o debido a los cambios que este ha sufrido a lo largo del tiempo, teniendo en cuenta la variedad de pensamientos y comportamientos que posee cada ser humano.

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