EL CAMINO DE LOS PEREGRINOS, VIAJE AL PARAISO
Enviado por 1088971468 • 14 de Abril de 2020 • Trabajo • 1.822 Palabras (8 Páginas) • 284 Visitas
EL CAMINO DE LOS PEREGRINOS, VIAJE AL PARAISO
Me recosté en un lugar para dormir y en aquel sueño vi a un hombre con una maleta grande en su espalda leyendo un libro. __Tuve la visión de un fuego venidero, destellante, caluroso y centenares de llamas hambrientas por arropar y cubrir mi frágil y frio cuerpo. Ese hombre era Cristofer, esposo de Ana y padre de dos hermosos niños. Ella le dijo: __ ¡sigues leyendo ese tonto libro! A lo que contesta con mucha tranquilidad, __ ¡si, él tiene mucho sentido y dará la dirección a esta vida tan desordenada!__ Ana afirmo: _ ¡muchas veces con furia anunciabas que leerlo te daba rabia y te enfadaba y lo sigues haciendo, creo que está mal! El joven exclama: _no puedo dejar de leer los secretos que están guardados en sus palabras, presiento que este viejo libro será nuestra salvación! Bueno, ella preguntaba con curiosidad que había leído en ese momento_ Cristofer contesta, _sé que va a sonar un poco loco y no diría esto a no ser que sea verdad decían en sus páginas palabras anunciando, que la ciudad va a ser destruida por ese terrible fuego que consumiría todo ser vivo y no vivo, inclusive volvería cenizas hasta la última roca. Además dice que todos vamos a morir, _es por esta razón que voy a buscar la forma de salir de este terrible final, escapare y llegare a un refugio, un rincón de pureza del que habla aquel libro misterioso.
La esposa con mucha incertidumbre y algo incrédula, expresa al joven: tienes mucha razón, esto suena toda una locura, quiero que destruyas aquel libro, todo eso son solo cuentos, historias y fantasías, no pueden ser reales, ella exclamaba ¡yo soy real! ¡Tus hijos son reales! No quiero que los confundas con toda esa basura que lees. Al escuchar aquella palabrería de la mujer, el con mucha paciencia y sencillez le aclara que no pretende quedarse en el lugar a morir, __la carga que llevamos en el alma se hace cada vez más grande y no puedo deshacerme de ella, vi en mi sueño la destrucción venidera y eso trastornaba mi dormir.
Día tras día, Cristofer seguía mirando aquel libro misterioso, el oraba con fe y con mucha esperanza, esperando la respuesta que los salvaría a todos—vi que en mi sueño, mi familia no escuchaba, se reusaban a abrir los ojos al camino de la verdad, como muchos otros que estaban ciegos, perdidos por las cosas mundanas de este mundo.
Pero el, desesperado con su sucia y pesada maleta, elevo los ojos al cielo y dijo: --¡que es lo que quieres que haga!, con decepción y algo resignado casi desfallece en el suelo. En ese instante aparece un hombre un poco viejo, con algunas arrugas y ciertas canas que casi se podían contar con los dedos de la mano, era David, pregunta el: ¿Qué es lo que tienes hombre triste y desolado?, __no encuentro la forma de escapar del gran fuego que se aproxima, además no estamos preparados para morir, hay mucha maldad en este mundo, temo por mi familia __responde con miedo y desilusión.
El viejo mira con algo de curiosidad y analiza lo que ha dicho ese hombre desesperado, __entiendo tu situación, creo que puedo ayudarte, susurro el señor, mientras el joven cruzaba palabras con David, la esposa y los hijos los observan desde el alto balcón.
Pasaron las horas, de esa tarde nublada, el muchacho emprendió su viaje hacia lo desconocido, lo esperaba un camino lleno de amenazas y peligros que él debía afrontar con mucha valentía. Hacia la cima de una colina cercana el viejo le gritaba: __ ¡huye de la ira que se avecina, salva tu alma y tu vida, no mires hacia atrás jamás; has decidido marcharte, pues hazlo, ya que este es un viaje sin retorno.
También le llegaban otros gritos de la familia y personas que lo conocían en el pueblo: __vuelve, no huyas desgraciado, cobarde, regresa y no abandones tu hogar, todas esas palabras y criticas salían por todos lados, pero él siguió su camino e hizo caso a las palabras de aquel anciano.
Justo después de este momento crítico y muy incierto, salen dos de los mejores amigos de Cristofer, Ruperto y Ostinaldo, a seguirlo y tratar de que recapacitara y era su idea tratar de volver con él a su pueblo, por voluntad propia e inclusive atado de manos o cargado a sus espaldas. _Este hombre parce ser un gran corredor, exclamaban cansados y agitados los dos chicos pueblerinos. Sin duda el joven estaba muy decidido a llegar al lugar que le mostro aquel viejo libro.
Ya muy agotados todos, se tropiezan con la entrada al sendero de la desesperación, donde los viejos ancianos del pueblo ya dejado atrás, narraban relatos de un lugar oscuro y malvado, que era gobernado por Apoleon, criatura maligna, mitad hombre, mitad león, hambrienta de sed de sangre y capaz de arrancarle la piel y de moler todos sus huesos. Los amigos le dicen: __no sigas ese sendero, mejor regresa con tu familia que mucho te ama y todos tendremos una vida de lujos, llenaremos nuestros hambrientos deseos de comida, saciaremos nuestra sed con las mejores bebidas y gozaremos del buen vivir, que tu no podrás tener, en ese camino solitario y acompañado de sombras demoniacas, inclusive tu cuerpo a punto de desfallecer por la soledad y la hambruna producida por luchar a ciegas.
Pensó el que era una posibilidad sufrir en su búsqueda de la salvación, ya que tendría que enfrentar a la criatura que a toda costa le impediría llegar a la ciudad anhelada, la cual llamaban Socotra.
Luego de haber ignorado las suplicas y consejos de los suyos, David siguió su camino. Transcurridos algunos minutos lo envuelve una espesa y maloliente niebla, de la cual se refleja la sombra de un ser robusto, hambriento y furioso, era la criatura __Que debo hacer ahora__Pensó aquel joven, en ese momento el ser lanzo sonidos, rugidos y estruendos que hacían vibrar las delgadas y lánguidas piernas del caminante, además el alcanzo a escuchar confusas palabras, pero dentro de su temerario corazón entendió que Apoleon preguntaba por su proveniencia y hacia donde quería ir __vengo de la ciudad de la destrucción y el olvido, voy para el paraíso que he visto dentro de mis visiones y estoy apoyado en la fe y voluntad de mi señor rey de reyes, el monstruo se burló de aquella frase tan llena de seguridad y de confianza, este le intimida con su crueldad y deslumbrante figura, además le lanza ataques múltiples con sus feroces mandíbulas, David aguanta y esquiva toda clase de ráfagas, pues su señor le había dado una gran espada y un noble escudo, forjados en las calderas del monte del destino en las guerras del medioevo. La batalla dura algunas horas, el demonio parece ser invencible, sus pelos se asemejan a miles de hilos de acero, que forman un caparazón casi indestructible, de su boca salen llamas incandescentes, posee garras afiladas y duras como los diamantes que yacen en Costa de Marfil. __Que puedo hacer ahora__ medita David, en ello descubre una gran señal de debilidad de su oponente, al lanzar las llamaradas deja su boca algo abierta mientras absorbe oxígeno para volver a dar su próximo ataque, es ahí donde aprovecha y salta con gran agilidad y atraviesa con la filuda espada las fauces del ser indomable. Que gran batalla se ha librado en el valle de la desesperación, un espectáculo nunca antes visto en un lugar tan remoto.
...