EL CEMENTERIO DE LAS MONEDAS
Enviado por czeron • 9 de Diciembre de 2012 • 1.940 Palabras (8 Páginas) • 670 Visitas
En el último cuarto de siglo, la mayoría de los países de América Latina han vivido al menos un cambio de moneda, algunos fueron sutiles, como en el caso de México, con el paso de los años el “nuevo” peso introducido en 1993 se deshizo de su prefijo y quedó simplemente como peso, otros, bastante más brutales.
Éstos son los finados famosos del cementerio de las monedas:
El Austral en Argentina: Fue la moneda oficial argentina entre 1985 y 1991 y remplazó en su momento al peso a una tasa de 1 por 1.000 pesos. Con la inflación alcanzando 5.000% en 1989, el austral no sólo había perdido todo su valor, sino también su credibilidad. El 31 de diciembre de 1991, el gobierno de Carlos Menem introdujo el peso a una tasa de 1 peso por 10.000 australes y lo “ató” al dólar estadounidense a una tasa de 1 a 1. La crisis de 2001 se llevó consigo el tipo de cambio fijo. Hoy el peso se cotiza a 4 por dólar.
El Peso Boliviano en Bolivia: Introducido en 1963, el peso boliviano sufrió los embates de la crisis de la deuda y la hiperinflación de los 80. En 1984, la inflación superó 1.200% y al año siguiente llegó a un histórico 11.750%. En 1987, el gobierno decidió despedirse del peso y lanzó el boliviano a una tasa de cambio de 1 por 1 millón de pesos. En ese momento, 1 boliviano equivalía en torno a 1 dólar estadounidense. Hoy está a aproximadamente 7 por dólar.
El Cruzado y el Cruzeiro en Brasil: Brasil tiene un verdadero mausoleo de monedas. En menos de una década tuvo cuatro distintas. En 1986, se introdujo el cruzado, remplazando al cruzeiro novo a una tasa de 1 por 1.000. Pero en 1990, el cruzeiro regresó de a una tasa par (1 a 1). Era la tercera vez que Brasil usaba el cruzeiro como moneda, aunque sólo duró tres años: en 1993 nació el cruzeiro real, a una tasa de 1 por 1.000 cruzeiros. Hoy se conoce simplemente como real, hoy se cotiza en 1,5 por dólar.
El sucre en Ecuador: Fue la moneda oficial de Ecuador hasta el año 2000. Hasta inicios de los años 80 era una de las monedas más estables de la región, pero la crisis de la deuda que azotó a América Latina en esos años obligó al gobierno a devaluarlo en 1983 y adoptar un régimen de tipo de cambio móvil (conocido como “crawling peg”) para depreciar lentamente la moneda. Ese año el dólar se cambiaba a 42, pero a fines de la década en el mercado informal ya se tasaba a 800 y, en 1995, a 3.000. A partir de 1999 empezó su caída libre, iniciando la década 25.000 sucres por dólar. La solución fue más drástica que en Argentina: dolarizar totalmente la economía. Desde ese entonces los ecuatorianos carecen de símbolos nacionales en sus transacciones cotidianas, las realizan en dólares.
El Inti en Perú: Con una virtual guerra civil y una elevada deuda como escenario de fondo, a fines de los años 80 Perú entró en una de las mayores espirales hiperinflacionarias de América Latina. En 1988 la inflación llegó a 667%, en 1989 a 3.398% y en 1990 a 7.482%. Una de las víctimas fue el inti, la moneda introducida en 1985 para remplazar al sol y hacer frente al debilitamiento de este último. En julio de 1991, el gobierno introdujo el nuevo sol, como parte de un amplio paquete de reformas. Desde entonces, el suevo sol ha sido una de las monedas más estables de la región. Y desde 1996 Perú tiene una inflación de un solo dígito.
El Colón Salvadoreño: El colón fue la moneda oficial de El Salvador entre 1892 y 2001, cuando fue sustituido por el dólar. La dolarización se realizó a una tasa de cambio de 8,75 colones por dólar. Aunque oficialmente el colón no ha dejado de existir, prácticamente todas las transacciones se realizan con la divisa estadounidense. La idea detrás de la dolarización era estabilizar los precios al consumidor (aunque el país nunca experimentó hiperinflación, sí estuvo en dos dígitos durante más de una década) y dar una señal de confianza a los inversionistas extranjeros. A diferencia de Ecuador, que adoptó el dólar en medio de una crisis, El Salvador planificó durante años con cuidado la transición, apoyado en una serie de reformas económicas durante los 90.
Durante años, muchos países latinoamericanos hacían y deshacían sus monedas con el fin de estabilizarse y sacudirse de la pesadilla de la deuda y de la hiperinflación que alcanzó cifras históricas como en Bolivia en 1985 que llego hasta 11,750%. Uruguay frena los capitales del mundo. Los inversores pretenden dar fuga a su dinero y los ahorristas pagar un precio muy por encima de la cotización oficial para hacerse de divisas constantes y sonantes. Así mismo el gobierno, busca afianzar sus dólares y evitar más ingresos de capitales.
El Banco Central (BCU) anuncia moderar los flujos de capital del exterior e ingresa al club de países liderado por Brasil para dar batalla a los capitales de los países desarrollados. Al reconocerse a Uruguay como destino seguro de la inversión financiera, por parte de Standard & Poor’s primero y de Moody’s impulso al mercado doméstico de deuda soberana. Producto de estas medidas el dólar bajó 3,1% en Uruguay pero subió 0,83% en Brasil, los productos perdieron competitividad contra su principal comprador, con crecimiento económico y perspectivas menos favorables. El BCU impuso un encaje de 40% a aquellas instituciones que intermedian para desincentivar su ingreso.
Una primera batalla. Brasil muestra a Uruguay medidas que frena los grandes capitales, pero no es algo inmediato. Desde 2010 Brasil no solo impuso encajes a las inversiones de no residentes sino también impuesto de 6% sobre las operaciones. Redujo el gasto público y participación en el mercado cambiario, el real brasileño se apreció frente al dólar en toda la región. Hasta que recortó su diferencial de tasas, en seis meses el dólar en Brasil bajó 19%.
Con las medidas del BCU el billete verde subió sube y baja puntos porcentuales lo cual, en un horizonte de tres días, no constituye una trayectoria atípica para la plaza local.
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