EL MAPA CONCEPTUAL COMUNICACION

La comunicación y la libertad de expresión

La comunicación es el aspecto dinámico de la sociedad humana, esta no existe sin una red intrincada en extremo, de comprensiones parciales o totales que se establecen entre los miembros de unidades organizadas de cualquier  tamaño o complejidad. La relación comunicativa de cualquier individuo suele estar condicionada por un interés especial; la libertad de expresión conforma un estado de opinión, de conciencia individual y social convirtiéndose por tanto en el detonante del comportamiento histórico de las masas. Un ser consciente va a actuar según sus propias motivaciones hasta llegar a los límites que le imponga la realidad externa.

        La libertad de expresión está garantizada en el artículo 19 de la declaración universal de los derechos humanos, todos tenemos el derecho de expresarnos de diferentes maneras, comunicar nuestras opiniones, manifestar y difundir de forma libre lo que pensamos sin por ello ser hostigados; no obstante, muchas veces cruzamos la línea, confundimos esta oportunidad con la agresión escrita y verbal. La acción de cada persona tiene consecuencias para los que le rodean, por  tanto su libertad debe quedar restringida en cuanto que tales efectos pueden no ser deseados por quienes los experimenten.

Una de las características de sociedades con plena libertad comunicativa, es el derecho de los medios de comunicación (prensa, radio y televisión, tanto tradicional como digital) de investigar, informar y difundir informaciones sin ningún tipo de limitaciones. Cualquier individuo vive atrapado en el seno de la trama que le proporciona  la noticia de lo que sucede conformándose una concepción del mundo y de sus contemporáneos, por tanto estos instrumentos deben ser puros y éticos, pero en realidad sus dependencias son mínimas con respecto a los sistemas prestablecidos por las reglas del mercado de noticias, de la comunidad político-social en la que viven y de las intencionalidades de la empresa para la que trabajan. Gran parte de los problemas que padecemos actualmente proviene de la situación de impotencia en la que nos encontramos, ya que la mayor parte de los medios a nivel mundial está en poder directo del Estado, en régimen de concesión temporal, al servicio de las clases dominantes, muchas veces silenciando a los contradictores.

        El futuro de la comunicación y de la libertad de expresión es un problema de civilización y sociedad. Los hombres tienen una necesidad expresar, pero al mismo tiempo no encuentran tiempo para ello. Se ven sacudidos contantemente, son cambiantes, móviles; se cansan de todo muy rápidamente, se sumergen en vacías redes sociales, sin poner el más mínimo cuidado al contenido de calidad y los medios son manipulados a favor del gobierno de turno; sólo a través de una comunicación con ejercicio de una libertad de expresión sin ataduras se construirá una sociedad óptima.

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