EL METODO GLOBAL DE LECTURA

EL METODO GLOBAL DE LECTURA:

Sus fundamentos psicológicos (síntesis)

La función de globalización; el sincretismo:

El autor en este subtema plantea el sincretismo como parte esencial de la lectura global; anclándose de inicio en postulados de Claparede y Piaget, dando a su vez ejemplos de otros autores que al mismo concepto le han denominado de otra forma.

Después ahonda en las palabras de Claparede definiendo que nuestra vista es solo analítica cuando tenemos interés en analizar, que un niño no se detiene a analizar los detalles de una imagen o vista frente a él, que su visión absorbe la imagen como un todo; pero sin destruir o minimizar la idea de que la inteligencia procede de lo simple a lo complejo, puesto que al entender el todo como un bloque –un entero- ir después a los detalles si es ir de lo simple a lo complejo. De esta manera es que reconocemos palabras enteras o frases por ciertos elementos de esas palabras o frases.

Avanzando en la lectura sigue ejemplificando el asunto del sincretismo con lo rápido que podemos reconocer un país en un mapa reducido de tamaño, pasando a definir globalización como algo que no permanece en un mismo punto, sino que por ajustes sucesivos, se acerca cada vez más a un esquema, una síntesis fruto del análisis en varios tiempos.

Más adelante ahonda en ponderaciones de Piaget diciendo que reconocemos y percibimos los objetos no después de haberlos analizado y percibido en el detalle, si no gracias a “formas de conjunto”.

Claparede aporta que estos esquemas son mucho más importantes para los niños  que para nosotros, esto más bien por que preceden en mucho a la percepción en detalle.  Y gracias a este sincretismo de la percepción es que un niño puede aprender a leer con el método global, es decir, aprendiendo a leer las palabras antes que las letras; con estas bases teóricas se entiende por que el niño en una frase dada, puede dejar pasar todas las palabras difíciles, relacionar las palabras entendidas y después en conjunto interpretar las palabras difíciles.

El Dr. Demoor y T. Jonekheere abordan el tema desde el ejemplo de como una madre enseña a su hijo el idioma situando concretamente las ideas al mismo tiempo que las frases. Entendiendo que las frases preceden en el centro del oído a sus componentes: las palabras y las letras, por lo tanto la percepción infantil es global y denominada por los intereses del momento y concluye el autor diciendo que desde la vista pedagógica, la función de la globalización en el niño es una aptitud y el docente debe adaptar sus métodos de enseñanza en él.

Visión o audición:

Una crítica directa al método fonético es la apertura de este subtema, corrigiendo después esta con las bases que prestan el Dr. Drecoly y su colaboradora la Srta. Degand; estableciendo que la lectura es una función visual. Diciendo que en realidad la lectura mental es la única y que la función visual tiene en la lectura un papel preponderante.

Preyer, Pérez y Skyrosky convergen en que a los niños de seis meses el mundo visible es lo que les excita el espíritu en su más alto grado, volviéndose en punto central de su atención y de sus percepciones en el siguiente periodo de desarrollo. Recibiendo el niño entonces por la vista, conocimientos que están más en relación con su mentalidad.

Repitiendo que el método global o ideo-visual debe imponerse a la elección del educador.

Lectura articulada y lectura silenciosa

Nuevamente el autor desmantela el actual modo de lectura que hay en las escuelas primarias, pues, el método que se usa es la lectura articulada o en voz alta, y esta es muy poco o nulamente utilizada en un futuro, en cambio la lectura silenciosa es más recurrente en la vida del hombre y por ende la que debería enfatizarse en la educación básica.

También habla de dos razones imperantes por las que poco a poco se empieza a utilizar la lectura en silencio: la primera es de orden pedagógico, pues las nuevas reformas educativas se orientan a colocar al alumno en el centro y priorizar sus necesidades y adaptar la enseñanza a la medida de sus posibilidades y la segunda es de carácter psicológico dado que el movimiento de ojo es individualmente discontinuo y después de leer unas líneas cada persona toma un ritmo distinto, determinando que leemos por frases o palabras y no por letras o silabas.

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