ENSAYO DE MARIANELA

Marianela

Un señor que se llamaba Teodoro Golfín se pierde en busca de las minas de Sócrates, no encontró a nadie que lo pudiera ayudar de repente quedo asombrado por una bella voz, luego encontró a un ciego que se llamaba Pablo, Teodoro Golfín que era un hombre bueno y médico de profesión, le pregunto a Pablo si era ciego de nacimiento y efectivamente así era.

Pablo lo guio al pueblo más cercano ya que él conocía las tierras como la palma de su mano, Teodoro quedo intrigado por la bella voz que escucho y le pregunto a Pablo de quien era esa linda voz, Pablo le dijo que era de Nela su lazarillo y mejor amiga.

Llegaron a casa de Pablo y Nela continuo el camino con el doctor a casa del Ingeniero Carlos Golfín quien era hermano del doctor Teodoro.

Nela era una chica fea que creció huérfana y bajo ningún consuelo. Tiene 16 años pero pareciera tener 12 por la mala alimentación que tenía. Era muy delgada, vestía andrajosa y descalza. Nela fue lazarillo de Pablo un año y medio. Don Francisco, el padre de Pablo, que gozaba de una posición económica muy buena, nunca tuvo reparo alguno en ofrecerle todo lo mejor a su único hijo. Pablo siempre fue todo en su vida y nada le parecía suficiente para aminorarle el dolor de no poder ver.

Nela conocía esas tierras como a ella misma y Pablo le decía haber descubierto el mundo por medio de sus ojos. Todos los días salían a pasear por el bosque. Entre ellos había un gran amor y sobre todo, el que Pablo le prometía por siempre amar a Marianela.

Nela creció pobre y al amparo de quien quisiera socorrerla. Sin educación ni vestido, con una mala alimentación, pero siempre bajo el cobijo de su natural bondad. El amor que Pablo sentía por Nela era tan grande que siempre le juraba que nunca se separarían y llegó a prometerle que algún día se casarían.

Teodoro Golfín era un médico especialista en ojos y después de que le hizo varios estudios a Pablo, creyó que tenía alguna esperanza de poder ver. Aunque las esperanzas eran muy pocas, Don Francisco y su hijo estaban muy entusiasmados, tanto, que después de que Don Francisco le contó la noticia a su hermano Manuel y le prometió que si Pablo salía con éxito de la operación, casaría a su hija Florentina con su sobrino.

Pablo era un joven sumamente sensible y con una curiosidad intelectual que su padre se había encargado de enseñarle con lecturas nocturnas. Tenía la cabeza llena de diferentes ideas que le habían permitido suplir su ceguera. Estaba obsesionado con la belleza y decía que Nela era la persona más preciosa del mundo, aunque la demás gente no pensaba lo mismo. Días antes de la cirugía llegaron a Sócrates Don Manuel y su hija Florentina, una joven llena de belleza no sólo exterior sino también de una infinita bondad. Estaba la familia para cuidarlo y Marianela sufría por el temor de perder lo único que

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