Edipo Rey - Resumen
Enviado por marvmol • 19 de Junio de 2012 • 1.645 Palabras (7 Páginas) • 2.849 Visitas
Resumen
La acción comienza ante el palacio de Edipo, donde se encuentra un grupo de tebanos arrodillados alrededor del sacerdote de Zeus. Edipo se dirige a su pueblo preguntándoles la razón de sus oraciones y un sacerdote trágicamente responde que la peste se ha apoderado de Tebas. Edipo responde que ya es consciente del problema y que ha mandado a su cuñado Creonte a Apolo Pitio, con el fin de informarse sobre lo que se debe hacer. En ese momento llega Creonte, diciendo que la única manera de librar a la ciudad de su infortunio sería desterrando al asesino del rey Layo, quien reinó Tebas antes de la llegada de Edipo. Al oír esto Edipo se encuentra desconcertado ya que no había pistas sobre la muerte de Layo, salvo que fue asesinado por unos bandidos pero aun así Edipo se compromete con el pueblo a hallar al culpable y dirigiéndose a su pueblo dice que castigará a aquel que se niegue a darle las explicaciones que pide. Edipo manda llamar a Tiresias un a divino de prestigio y este le dice preocupado que no debería estar allí ya que no son buenas noticias las que trae y que se niega a hacer públicas las desgracias de Edipo, por eso hace ademán de irse pero Edipo lo detiene y lo acusa de ser el culpable del crimen. El rey le pregunta encolerizado si fue él o Creonte quien tramó esos descubrimientos, ya que cree que Creonte le pagó al adivino para ir y decir esas mentiras a lo que responde que Creonte no causa para él ningún mal. El adivino antes de marcharse avisa a Edipo que la persona a quien él busca está allí, que pasa por un extranjero domiciliado en Tebas pero en realidad es tebano de nacimiento y también, que es padre y hermano de sus hijos; hijo y esposo de la madre que le dio el ser; y el asesino de un padre a cuya esposa fecundó.
Edipo recibe enojado a su cuñado, Creonte, el cual es interrogado ya que Edipo cree que él quiere apoderarse de su poder. Creonte lo niega pero Edipo no le cree y en medio de su discusión entra Yocasta preguntando el motivo del desacuerdo.
Su hermano le cuenta los planes de Edipo de desterrarlo o condenarlo a muerte. Edipo alega que ha encontrado a Creonte tramando contra su vida. Y que de no irse Creonte de Tebas, se irá él. Yocasta le pide a su esposo que le muestre la razón de su enojo y este le cuenta que Creonte ha enviado un adivino que le acusa de ser el asesino de Layo. Yocasta trata de convencerlo de que las profecías no siempre se cumplen y pone como ejemplo que hace tiempo, un oráculo predijo que Layo moriría a manos de un hijo nacido de ella y a pesar de eso Layo fue asesinado por unos extranjeros. Edipo desconcertado pregunta sobre el lugar donde Layo fue encontrado muerto, y la apariencia física de este hombre. Yocasta le cuenta todo o que sabe, y Edipo siente que desgraciadamente todo se aclara, Yocasta le cuenta que un criado fue el único sobreviviente pero que cuando regresó y vio que gobernaba Edipo Tebas pidió suplicante a la reina que lo enviasen al campo, con el fin de estar lejos de la ciudad. Edipo sabiendo esta información le cuenta el resto de la historia.
Su padre era Pólibo, de Corinto y su madre era Mérope, de Doria y que una vez en un festival, un borracho lo insultó espetándole que era hijo adoptivo. Sus padres indignados ante este incidente, lo negaron pero Edipo no conforme decidió marcharse de la ciudad. Febo le dijo que estaba destinado a ser el esposo de su madre, y que sería el asesino de su padre. Por esta razón se alejó de Corinto. En el camino de huida se cruzó con un heraldo seguido por una carroza y lo hicieron apartarse del camino, Edipo montó en cólera en este instante y los mató. A oír estas declaraciones solo quedaba esperar al pastor, y comprobar el número de bandidos.
En ese momento entra un mensajero con noticias: Edipo es proclamado rey ya que Pólibo ha muerto. Edipo se da cuenta de que su esposa tenía razón ya que cree que los oráculos no se cumplieron. Pero sigue preocupado por la otra parte del oráculo: que se casaría con su madre. El mensajero interviene, diciéndole que Pólibo y Mérope no eran los padres biológicos y le cuenta
cómo le recibieron de un pastor sirviente en la casa de Layo. Edipo preguntó si alguien sabia de aquel hombre que trabajaba en el palacio. Yocasta le dice que por su propio bien olvide la investigación, que jamás quiere saber quien es realmente los padres de su esposo y se retira. Edipo manda a buscar al pastor, pensando que la razón por la cual su mujer no quiere que él descubra la verdad es por su orgullo.
Edipo, después de comprobar por medio de Corifeo y el mensajero
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