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El Cielo. Un Regalo De Cumpleaños


Enviado por   •  12 de Abril de 2013  •  906 Palabras (4 Páginas)  •  362 Visitas

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En el cielo

Mi abuelo vive en El Cielo. No, no se ha muerto, mi abuelo está vivito y coleando, pero cuando él era joven se fue a trabajar a un lugar que se llama El Cielo, en el estado de Tamaulipas. Mi abuelo trabajaba cortando árboles para un aserradero, pero los árboles se fueron acabando poco a poco porque cortaban demasiados, entonces muchas personas se organizaron para pedir que se protegieran los árboles y todos los animales que vivían allí. Ahora que El Cielo es una reserva natural, toda la gente ahí, se dedica a otras tareas. Por su parte, mi abuelo por fin hace lo que más le gusta en la vida: observar aves.

Un guía de turistas

En El Cielo hay bosques, selvas, ríos y allí viven algunas plantas y animales muy especiales, que sólo existen en México, y a estas especies que sólo viven en un lugar se les llama endémicas. Mi abuelo sabe mucho sobre aves, y trabaja como guía turístico. Cuando llegan los turistas a El Cielo preguntan por Don Lalo, o sea mi abuelo, para que los lleve al monte a observar y escuchar el canto de los montones de pájaros que hay allí.

Mi regalo de cumpleaños

Cuando yo cumplí ocho años fui a visitar a mi abuelo y me dijo que me daría un regalo muy especial, que me llevaría a conocer un amigo que vive en el bosque, en un lugar muy alejado de todo. Y así lo hizo. Un día me levantó muy temprano, tanto que creí que apenas me había acostado. Preparó un almuerzo y salimos rumbo al monte. No sé cuánto caminamos, yo sólo iba siguiendo sus pasos, escuchando los ruidos de los grillos, el canto de algunos pájaros de la noche y el crujir de las ramas al caminar.

Un ave en peligro

Empezaba a salir el sol cuando llegamos a un árbol muy alto. Mi abuelo sacó de su mochila unos binoculares, observó, y me dijo –ahora tú-. Ayudado por él empecé a observar desde el tronco, y fui subiendo hasta que ahí estaba el amigo de mi abuelo: un pájaro pequeñito. Ahí lo tienes, me dijo: –se llama tecolotito tamaulipeco y sólo se encuentra en algunas zonas montañosas de Tamaulipas, de San Luis Potosí y de Veracruz; es una ave endémica muy especial de esta zona-. Mi abuelo me contó que descubrió al tecolotito una vez que se quedó a dormir en el bosque y que desde entonces venía de vez en cuando a observarlo, porque ya casi no había, porque están en peligro de extinción. Yo inmediatamente le pregunté qué significaba eso y con un tono triste me dijo –ya quedan muy poquitos y podrían acabarse para siempre-.

Una especial habilidad

El tecolotito era muy pequeño y mi abuelo me dijo que pertenecía a un grupo de tecolotes pigmeos, o sea, chiquitos, como del tamaño de la mitad de una regla como la que uso para hacer líneas derechitas. Ahí estaba el tecolotito en su rama con tamaños ojotes, observándonos. Mi abuelo caminó sigilosamente alrededor del árbol ¡y el tecolotito lo fue siguiendo hasta voltear

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