El Concepto De Lugar
Enviado por Monicasch • 9 de Junio de 2014 • 3.858 Palabras (16 Páginas) • 222 Visitas
Mucho se escribe sobre los conceptos de espacio y de lugar. Qué es el “espacio”? Qué es el lugar? Son preguntas frecuentes de los investigadores de las más diversas áreas y aproximaciones teóricas en diferentes periodos históricos.
Existe diferencia entre espacio y lugar? Si no existe diferencia, todo espacio puede ser considerado un lugar? Pero si la diferencia existe entre los dos conceptos, en qué difieren? En este contexto, habrían diferentes tipos de lugares? Estas interrogantes nos servirán como directrices para alcanzar nuestros objetivos en este artículo: definición del concepto de lugar y determinación de su estructura.
Algunas reflexiones sobre el concepto de espacio y de lugar
Los arquitectos que se cuestionen sobre lo que es arquitectura, acabarán reflexionando sobre el concepto del espacio. Zevi (1) afirma que las cuatro fachadas de un edificio constituyen apenas la caja dentro de la cual está encerrada la joya arquitectónica, esto es, el espacio. El autor coloca como protagonista de la arquitectura el espacio, el vacío. El autor considera espacio y vacío como sinónimos. Para él, la arquitectura no proviene de un conjunto de anchos, largos y altos de los elementos constructivos que encierran el espacio, sino precisamente de este vacío, del espacio encerrado, del espacio interior en que los hombres se mueven y viven. La relación entre arquitectura y espacio ha sido retomada también por Coelho Netto (3) que afirma que la arquitectura no es solamente la organización del espacio, sino es también el acto de crearlo. Oliveira (4) en su pensamiento, sobre una vía fenomenológica, sobre lo que es la arquitectura, la define como … “la instauración de una espacialidad en el mundo por un cuerpo polarizado por sus tareas”(5). Según la autora, la arquitectura por ser una actividad transformadora y ordenadora, podemos compararla con un juego dado por medios de actos primordiales de ordenar y construir, actos como: adicionar-sustraer, alternar, anteponer-posponer, apoyar, etc.
Pero cual es la definición de este principal elemento con que la arquitectura trabaja, y que tanto referencia?
Para responder a nuestro primer cuestionamiento, si existe diferencia entre espacio y lugar, remitámonos a las etimologías de los términos. Según la filosofía Chauí (6), en la escritura alfabética o en la fonética, no se representa una imagen de la cosa que está siendo dicha, sino que es la idea de ella, la que se piensa y se transcribe.
En Cunha (7) e Ferreira (8) encontramos la misma definición para el término de espacio (del latín spatium), … “la distancia entre dos puntos, o él área o él volumen entre límites determinados”(9). Comparándola con la definición de lugar (del latín localis, de locus), este es el “espacio ocupado, localidad, cargo, posición”(10). En Ferreira (11), encontramos como significado para la definición de lugar, “1 Espacio ocupado; sitio. 2. Espacio. 3. Sitio o punto referido a un hecho. 4. Esfera, ambiente. 5. Población, localidad, región o país”.
Según las definiciones y el origen de las dos palabras, se entiende que los dos conceptos se relacionan en que el lugar es el espacio ocupado, o sea habitado una vez que en una de sus definiciones sugiere el sentido de poblado, región o país. El término habitado, de habitar, en este contexto, acrecienta la idea de un nuevo elemento en el espacio: el hombre. El espacio gana significado y valor en razón de la simple presencia del hombre, ya sea para acomodarlo físicamente, o como su lar, sea para servir como palco para sus actividades.
La palabra habitar tiene como definición: “1.Ocupar como residencia; residir. 2. Tener habitar en. 3. Morar (con alguien)” (12). Residir se presenta como alguna de sus definiciones: “2. Acontecer, estar presente; (…) 3. Hallarse, ser, estar” (13). Estar presente, hallarse, ser y estar, en este contexto hacen referencia al hombre en su capacidad de habitar. Para nosotros, el hombre construye para habitar y no habita para construir.
Tuan (14) afirma que el significado del espacio a menudo se funde con el de lugar, una vez que las dos categorías no pueden ser comprendidas una sin la otra. Según él, lo que comienza como un espacio indiferenciado, se transforma en un lugar a medida que lo conocemos mejor y lo dotamos de valor. “El espacio se transforma en lugar a medida que adquiere definición y significado”(15). “Cuando el espacio nos es enteramente familiar, se torna en lugar”(16). Tuan define los lugares como “centros a los cuales atribuimos valor y donde son satisfechas las necesidades biológicas de comida, agua, descanso y procreación”(17).
A través de la dimensión temporal es que podremos entonces conocer un espacio, definido y dotándolo de valor. Ya decía Zevi que más allá de las tres dimensiones de la perspectiva y consecuentemente de la arquitectura, existía una cuarta. “Existe (…) otro elemento más allá de las tres dimensiones tradicionales, y es precisamente el dislocamiento sucesivo del ángulo visual. Así se designó al tiempo la cuarta dimensión”(18).
Tuan relaciona tiempo y lugar de tres formas: le tomamos cariños a un lugar en función del tiempo vivido en él; el lugar sería una pausa en la corriente temporal de un movimiento, o sea, el lugar sería la parada para el descanso, para la procreación y para la defensa; y por último, el lugar sería el tiempo que se vuelve visible, esto es, el lugar como recuerdo de tiempos pasados, perteneciente a la memoria(19). De modo semejante, dice el antropólogo Augé: “Si un lugar se puede definir como identitario, relacional e histórico, un espacio que no se puede definir ni como identitario, ni como relacional, ni como histórico definiría un “no-lugar”(20). Augé defiende la hipótesis que la supermodernidad es la productora de no-lugares, y que ellos “son diametralmente opuestos al lar, a la residencia, al espacio personalizado. El no-lugar estría representado por los espacios públicos de rápida circulación, como aeropuertos, terminales de buses, estaciones de metro, y por los medios de transporte- como también por las grandes cadenas de hoteles y supermercados” (21).
Lugares que induzcan a un rápido movimiento asociado a una no personalización del espacio y del individuo serían para este antropólogo un no-lugar. “Los espacios del no-lugar no crean ni identidades singulares ni relaciones, pero sí soledad y similitud” (22). El autor se basa en Michel de Certeau (23) al referirse que un no-lugar sería una especie de cualidad negativa del lugar, de una ausencia de lugar en si mismo.
En realidad, con la definición de Tuan acerca de lugar (24), este podría existir en muchas escalas y modos de ser diferentes. En un extremo de una escala, una sala de aula preferida
...