El Diablo De Los Numeros

Lo bueno del libro es que es cierto que resulta muy fácil de seguir. Las explicaciones son muy sencillas pese a que en ocasiones tratan temas que no lo son tanto: series numéricas, números primos, números triangulares, Fibonacci, proporción áurea… Hans apuesta por la búsqueda de nuevas formas de enseñar matemáticas, siendo la máxima prioridad contagiar al alumno la curiosidad por los números.

Lo malo es que en ocasiones se falta a cierto rigor con el ánimo de despertar el gusanillo en el alumno. Por ejemplo, en un momento dado el diablo de los números pregunta a Robert qué serie tiene más números: la serie de números “normales” o la de impares. Robert razona correctamente y concluye que la serie de números “normales” tiene más números que la de impares porque sólo uno de cada dos números es impar. Sin embargo, y aquí es donde considero que se comete un error de imprecisión, el diablo de los números corrige a Robert diciéndole que ambas series son igual de largas: tienen infinitos números. ¡Si Cantor leyese estas páginas! ¿Desde cuándo todos los infinitos son iguales?

Aunque, pensándolo bien, si las imprecisiones sirven para animar al alumno y despertar su curiosidad e interés… bienvenidas sean.

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