El Diario de mi Madre.

El Diario de mi Madre.

Noviembre 11, 2014.

Cuando era niña, una vez soñé con volar…soñé que podía ser como las aves, quería ser libre, quería huir y experimentar nuevas cosas.

A los 23 era cantante, viajaba todo el tiempo, una vez viajé a un lugar mágico, un lugar diferente, ahí conocí a alguien llamado Alex. Desde entonces, justo ahí, en ese momento me dí cuenta que comenzó una aventura, una aventura que no quería que acabara.

Fue una noche de noviembre que lo conocí en uno de mis conciertos, yo era una cantante poco conocida, me encontraba en Texas, estaba cantando “I don’t wanna miss a thing” by Aerosmith, cuando lo vi, ahí estaba él, recuerdo que me vio con una mirada dulce, yo también lo vi a él, llevaba puesto unos jeans negros, una camiseta blanca y una chaqueta de cuero negra, se veía hermoso, no podía dejar de verlo.

Después de mi presentación me senté a tomar un trago y sentí una mano en mi espalda y una voz que dijo: ¬–Estuviste asombrosa en tu presentación. Me volteé y era él, esa vez me había quedado sin habla, no podía creerlo, me habló.

Sentí que el corazón iba a salir de mi pecho. Esa vez nos habíamos emborrachado y salimos en su auto, fuimos a un lago y me dijo que nadáramos y yo no nadaba, ni siquiera sabía como, pero sólo recuerdo que le respondí: –Ok… Esa noche nadé como si fuera la última, salí del agua con él y de repente el empezó a correr como loco, yo lo seguí y corrí detrás de él, me sentía libre, nunca había tenido esa sensación de poder hacer lo que quisiera, yo era libre, o al menos así lo creía.

Recuerdo que esa noche hice cosas que nunca pensé hacer, fuimos a un bosque que quedaba a unos 3 kilómetros del lago, y en un árbol el grabó un corazón con nuestras iniciales, yo no supe que hacer, así que lo besé, seguidamente él me abrazó.

Ella y Alex se casaron en 1995 y tres años después Alex la abandonó, al enterarse de que quedó embarazada. Eso la destrozó, ella lo amaba.

Después de esto ella se dedicó a pensar en su bienestar y el de su bebé, para no perder lo único que le quedaba de Alex.

Sophia era mi madre, y murió en el año 2005 a los 36 años de edad. Estaba manejando, mientras sucedió el accidente. Los que estuvieron con ella en sus últimos momentos me dicen que lo último que ella dijo fue: –Díganle que la amo.

Ahora lo único que queda de mi madre es su recuerdo, y este viejo diario donde están escritas sus viejas historias.

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