El Fantasma De Canterville, De Óscar Wilde.

Es la historia de un fantasma monstruoso, que vive en un castillo solitario, asustando a todo el que ose acercarse por allí. Ese era su trabajo, que lo hace para divertirse pero en cierto tiempo se cansa de hacer lo mismo cada vez que viene gente desde 300 años, pero su honor está en juego y todo fantasma que se precie debe causar el espanto más terrorífico entre los humanos de su alrededor.

El castillo pertenece a los duques de Canterville desde hace muchísimas generaciones de hecho el fantasma es un Canterville condenado a vagar de manera indefinida por el castillo, por haber matado a su mujer en un ataque de celos, el actual duque y su esposa salieron huyendo de allí como alma que lleva el diablo y no volvieron.

Pero ahora hay actividad en el castillo y es porque Lord Canterville ha conseguido vender su propiedad al Sr. Otis y su familia de Estados Unidos. Éstos han comprado el castillo, pero aun así sabiendo de su detalle del fantasma aunque el Sr. Otis había sido advertido, pero ya había comprado el lugar y él no se retracta de sus negocios.

Desde el principio se establece una lucha de poder. Al principio los trata de espanta con una mancha de pintura que roja como sangra y luego verde aunque lo limpiaban a ellos no le importaban que o de que fuera.

Se trataba del alma culpable de Sir Simón de Canterville que vagaba por la casa tras desaparecer en circunstancias misteriosas nueve años después de haber acecinado a su propia esposa junto a la chimenea del salón en cuyo sitio aparecía una y otra vez una curiosa mancha de sangre que la señora Lucrecia mando inmediatamente a quitar, la empleada le argumenta que es imposible borrarla pero el señor Otis froto la mancha con un liquido limpiador y la borro pero la mancha apareció al día siguiente y así durante varios días lo que le dio credibilidad al fantasma, una noche el fantasma salió a dar su recorrido y despertó al señor Otis quien se levantó y lo fue a buscar ofreciéndolo aceite para sus cadenas lo que indigno al fantasma que corrió por el pasillo gritando furiosamente y topándose con los gemelos que lo agredieron a almohadazos.

Durante una semana el fantasma no salió y solamente aparecía la mancha cerca de la chimenea pero cada día de diferente color, lo que divirtió mucho a la familia quien se dedicó a molestarlo; le hacían bromas, lo asustaban, le disparaban con cerbatanas, le ofrecían tés o bebidas pero no se asustaban.

Una noche los gemelos se disfrazaron de fantasma y lo asustaron tanto que regreso a su escondite. Al día siguiente descubrió que nuevamente se habían burlado de él y juro que cuando cantara el gallo dos veces ocurrirían terribles desgracias, pero el gallo no lo hizo y cansado regreso a su escondite. Agotado de todos sus fracasos decidió utilizar el aceite para que ya no se percataran de él pero no le funciono porque los gemelos siguieron molestándolo al grado de que les tenía

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