El Molino Magico

El molino mágico

Érase una vez un intrépido capitán de barco llegó a un puerto de las costas mexicanas para hacer negocios. Allí un comerciante le vendió unos enormes bloques de sal. El capitán los cargo en la bodega de su barco y se puso rumbo a nuevos destinos. Por el camino se desató a una tormenta que le hizo detenerse en una isla

Allí, para asombro de los marineros y del propio capitán, un viejo mago molía enormes bloques de piedra con una extraña máquina, con tan solo pronunciar “muele que te muele”

Toda la tripulación se escondió detrás de unas rocas y esperó a que el mago acabase con su ceremonia para… robarle tan increíble aparato. En plena noche, subieron la maquina al barco y zarparon sin ser vistos. El capitán estaba tan contento que no dejaba de pronunciar las palabras mágicas para que el molino no dejara de moler los bloques de sal.

Después de varias horas la bodega del barco y la cubierta se llenaron de sal, de tal forma que no cabía. Y por mucho que el capitán intentaba palabras para detener al molino, éste seguía muele que muele. Hasta que tuvieron que abandonar el barco y dejar que se hundiese en las profundidades del mar, donde sigue moliendo sal.

Y así es como el mar se hizo salado.

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