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El Pequeño Vampiro


Enviado por   •  28 de Agosto de 2013  •  351 Palabras (2 Páginas)  •  333 Visitas

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RESUMEN DE EL PEQUEÑO VAMPIRO

CAPITULO 1 La cosa en la ventana

Un sabado por la noche, aprovechando que sus padres salieron a comer, Anton se preparo para ver una pelicula policial. Como todavía no empezaba, se pudo a leer una novela de terror. A Anton le encantaba todo lo que tuviera que ver con el terror y los monstruos. En su pieza tenia por ejemplo un poster de King-Kong. Le dio hambre y fue a la cocina, cosa que no le gustaba hacer de noche. . ¡Odiaba el pasillo, con la lámpara eternamente rota que nadie reparaba! ¡Odiaba los abrigos que se balanceaban en el ropero y que parecían ahogados! Y ahora le daba miedo incluso la liebre disecada del cuarto de trabajo de su madre, a pesar de que otras veces a él le gustara tanto asustar con ella a otros niños.

Saco del refrigerador jugo de manzanas y queso y al llegar a su pieza no escucho el televisor encendido. Eso queria decir que algun ladron habia entrado a su pieza, penso.

Efectivamente, la TV estaba apagada. Llegó hasta su nariz un curioso olor enrarecido y a moho como el del sótano, y así como si se hubiera quemado algo. ¿Vendría de la televisión? Rápidamente retiró el enchufe. Probablemente se habían quemado los cables.

Entonces en la ventana vio que algo estaba sentado y lo miraba fijamente. Tenía un aspecto tan horrible que Antón pensó que iba a caerse muerto. Dos ojos pequeños e inyectados en sangre relampagueaban frente a él desde un rostro blanco como la cal; una cabellera peluda le colgaba en largos mechones hasta una sucia y negra capa. La gigantesca boca, roja como la sangre, se abría y cerraba, y los dientes, que eran extraordinariamente blancos y afilados como puñales, chocaban con un rechinar atroz. A Antón se le erizó el pelo y se le detuvo la sangre en las venas.

—¡Un vampiro! —gritó Antón.

Y la cosa contestó con una voz que parecía salir de las más lóbregas profundidades de la tierra:

—¡Sí, señor, un vampiro! —Y de un salto había entrado ya en la habitación, colocándose delante de la... [continua]

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