El Planeta Tierra: Nuestro Hogar

Cada mañana mi mamá acostumbra prender el televisor para enterarse del estado del tiempo y así tener idea de la ropa que he de ponerme. Así que, por enterarnos del pronóstico, que muchas veces resulta todo lo contrario, escucho parte de los noticieros y de verdad que hay cosas que dan miedo.

A mi corta edad, es cierto, hay cosas que no alcanzo a comprender: asaltos, violaciones, bloqueos, secuestros…. pues entiendo que son cosas malas y que dañan directamente a alguna o a varias personas, pero hay algo que en verdad me inquieta y “me pone los pelos de punta”: ¡Los noticieros dicen que la Tierra se está calentando! y con lo poco que mi mente puede abarcar sólo comprendo una cosa: ¡Eso es muuuy malo! y malo, no para alguna o varias, o muchas personas, sino para todas las personas que vivimos en este planeta, ¿Personas? ¡Qué va! ¡Para toda forma de vida sobre la faz de la Tierra!... pero, ¿por qué está sucediendo? ¿Qué es lo que ha pasado?

Me cuenta mi abuelita que cuando ella era niña, nunca escuchó de nada parecido, ella vivía feliz en un pueblo colorido. Me cuenta de los días frescos en abril y mayo y los “calorcitos” y aguaceros de verano, que pocas veces provocaban una gran inundación. Pero ahora, ya nos son “calorcitos” son verdaderos infiernos y con unas horas de lluvia basta para que la ciudad se vuelva un caos. Los científicos dicen que si no hacemos “algo” ya, en este momento, muy pronto lo vamos a lamentar.

Se están derritiendo las montañas de hielo y con esto aumenta el nivel del mar, así muchos que viven en la costa tendrán que emigrar tierra adentro, los calores serán tan intensos, que podrían separar los 50ºC…. y, mientras, ¿Qué hacemos? nos cruzamos de brazos esperando a que esos día lleguen… pues ya está, muy cerca.

Mario Molina, mexicano, Premio Nobel de Química en 1995, ya lo había advertido cuando nos habló de los daños a la capa de ozono. Algunos si se preocuparon y ciertos países de inmediato tomaron medidas para reducir la contaminación pero, otros más industrializados se hicieron de oídos sordos.

Hoy, que todo está tan mal, hay una esperanza: si bien cierto que cada vez somos más y por lo tanto se utilizan más recursos naturales, también es verdad que hay formas de controlar su uso y sobretodo su sobreexplotación. Cada vez más, el ser humano es capaz de crear, inventar y encontrar estrategias para asegurar nuestro futuro.

Muchas mujeres y hombres que saben lo que pasa, están alzando la voz, están gritando al mundo que es hora de actuar. La Tierra es nuestra casa, no hay mas; y si nosotros que la habitamos no la queremos, ¿entonces quién?

Ojalá seamos más humanos, mas pensantes, ojalá muy pronto volvamos a amar la Tierra y a respetarla como alguna vez lo hicieron los primeros hombres que la habitaron, como aún lo hacen los animales.

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