El Popo y la Malintzi
Enviado por vitorio • 8 de Junio de 2013 • Ensayo • 401 Palabras (2 Páginas) • 539 Visitas
El Popo y la Malintzi.
Se encuentran simplemente bellos e imponentes a la vista de aquellos afortunados que todos los días miran y suspiran por ese amor; que se vio frustrado a solo unos pasos de poder ser felices cuando el quedo apoderado al lado de su hermosa amada solo arrodillándose a su fatal y patética muerte, ella permanece como la hermosa mujer que fue dormida , es para él un sueño que tiene que cuidar todos los días de la existencia de este mundo porque cuando este mundo termine y ellos puedan ser liberados de esta perplejidad en la que se encuentran volverán a estar juntos para seguir amándose como lo hacían antes de que la maldición de una raza conquistada los condenara a pasar el resto de la existencia terrenal en ese estado.
Se dice que fue en tiempos de la conquista española cuando el famoso emperador Iztacihuatl sucumbió ante la hermosa mirada de aquella mujer de cabello azabache, ojos negros como la noche y una sonrisa que conquistaba a cualquiera que la mirase; él un gran guerrero, leal a su pueblo de gran estatura y galanura con un cuerpo bronceado por el sol con rasgos de batalla en sus enorme musculatura, dejo a aquella mujer simplemente enamorada desde el primer momento que la miro. Así surgió el más grande amor de la región y por consecuencia la más grande tragedia que se generaba a partir de ese momento porque ese amor estaba destinado a no ser realizado jamás.
Ella pertenecía a la tribu de los olmecas ocupantes de la mayor parte del territorio sur de lo que ahora conocemos como México-Guatemala, y El jefe mayor de los mayas ubicados en la mayor parte del territorio central de lo que hoy es México, peleaba la disputa de cierta parte del territorio ubicado a las inmediaciones de los mismos. Un día cuando ella se dispuso a cabalgar en las fronteras de su territorio al entrar sin pensarlo en el terreno enemigo se encontró de repente con aquel hermoso hombre que sin duda la dejo sin aliento ante su imponente persona.
Quedaron mirándose sin decir palabra alguna, cuando apareció el fiel acompañante de la princesa maya
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