El Rebozo

EL REBOZO

El rebozo es una prenda funcional y ornamental mexicana que no sólo ha prevalecido como parte de la indumentaria; sino que además se ha consolidado como

símbolo y tradición en el país. Es considerada la única pieza textil del arte indígena y popular que forma parte de la identidad nacional.

La palabra “rebozo”, alude directamente a sinónimos de cobijo y protección; y comunmente se dice que éste se usa para arrebujarse y embozarse (cubrirse) con algún textil. Los indígenas lo nombraron por primera vez en 1556; como el “ciua nequeatlapacholoni”, cuyo signficado es: tocado o prenda de mujer; pero más tarde fue nombrado también como “mini-mahue” según los otomíes y “cenzotl”, por los habitantes de Huayapan, Morelos.

Se le considera una mezcla de tres influencias históricas: el “mámatl prehispánico”, el “anudado” oriental y la “mantilla” española.

Es una prenda simbólica y de fuerte expresión de identidad para muchas regiones indígenas; como en el caso de las purépechas; quienes no sólo la usan para cubrirse del frío o realizar labores diversas; sino que además la portan con orgullo y como signo distintivo de elegancia y prosperidad.

Su origen se remonta a la Conquista Española y es posible que su aparición se deba directamente al mestizaje; aunque también se afirma que los mexicanos ya usaban una prenda similar a ésta, antes de la llegada de los españoles.

En 1572, en su obra “Historia de las Indias”, el fraile, Dominico Diego Durán fue uno de los primeros en mencionar la existencia e importancia del rebozo; y la calificó como la “prenda mestiza por excelencia”.

El rebozo es conocido principalmente como una prenda utilizada por mujeres; aunque se sabe que fue usada también por hombres durante corto tiempo. Sus principales funciones son las de adornar, proteger, cargar e incluso transportar diversos productos.

Se producen en forma de rectángulo angosto y su longitud puede llegar hasta los tres metros.

Tradicionalmente se amarran con nudos y se dejan flecos en cada extremo. Las puntas que no se tejen, se conocen como “rapacejos”, y se clasifican en varios tipos: de jarana, de rejilla, de petatillo, etc. Proceso de rapacejo.

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