El Romance De La Luna, Luna

“El Romance de la luna, luna”

Desarrollo y estructura

Este poema habla sobre la muerte de un niño gitano que era buscado por su gente. La luna se lo lleva y el niño muere.

La primera parte nos introduce en la situación del poema. Nos cuenta que la luna se mueve por las cercanías de la fragua mientras el niño la observa.

A partir del noveno verso, se puede ver un diálogo entre el niño y la luna. El niño la previene de los gitanos por estar embrujado por su belleza. Ella represente la muerte y le adelanta que va a morir.

A partir del verso 21 entran en juego los gitanos, nerviosos por la presencia de la luna, cabalgan con sus caballos, aunque en la fragua el niño yacía muerto.

Desde el número 29, se describe el impacto de la muerte del niño en los gitanos. Llegan a la fragua, pero la luna ya se había llevado al niño, su alma, y él ya estaba tendido, muerto. Al ver esto, los gitanos rompen a llorar de pena y rabia.

Recursos poéticos

Este poema tiene varios recursos estilísticos que le dan una gran viveza. El recurso más claro es la rima del poema, asonante. Las metáforas abundan. La Luna encarna a la muerte, un símbolo que se repite en distintos textos de García Lorca.

Busca que la la muerte nos llegue a todos, de manera acogedora

“…enseña lúbrica y pura

sus senos de duro estaño”.

Del niño se puede apreciar que tiene una mirada inocente, comprensiva

“…el niño la mira, mira

el niño la está mirando”

que es también un paralelismo ya que al final del poema hay una misma estructura

“…el aire la vela, vela

el aire la está velando”

También hay una personificación de la Luna como personaje, ya que le atribuye varias partes humanas “…mueve la luna sus brazos…”-“…sus senos de duro estaño”-“…con un niño de la mano”.

Se aprecian también dos anáforas que son las palabras “el niño”

“el niño la mira, mira

El niño la está mirando”

“El aire la vela, vela

el aire la está velando”

Se puede ver cómo utiliza reiteradamente la palabra “Luna” que nos da una sensación de la llegada de hora de la muerte, su cercanía, de la prevención que el niño quiere darle aunque sea la muerte “Huye luna, luna, luna”.

“El Romance de la luna, luna”

La luna vino a la fragua

con su polisón de nardos.

El niño la mira mira.

El niño la está mirando.

En el aire conmovido

mueve la luna sus brazos

y enseña, lúbrica y pura,

sus senos de duro estaño.

Huye luna, luna, luna.

Si vinieran los gitanos,

harían con tu corazón

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