El Si De Las Ninas
Enviado por tolycruz18 • 31 de Marzo de 2015 • 2.487 Palabras (10 Páginas) • 211 Visitas
ACTIVIDADES DE “EL SÍ DE LAS NIÑAS”
• Localización
Los hechos se sitúan en una posada de Alcalá de Henares, y se aprecia que son
muy verosímiles, por lo que se ambientan en el marco histórico real de la época (las posadas eran frecuentes).
El libro se escribió en la época del neoclasicismo, y en él se reflejan características de ella (tanto en el contenido, tema y argumento, como en la forma), que comentaremos más adelante. Fue escrita alrededor de 1801.
El autor, Leandro Fernández de Moratín, fue el creador de la comedia neoclásica. Nació en Madrid en 1760, en la época de Carlos III. Su sucesor fue Carlos IV, al que le sucedió Fernando VII. Napoleón, con engaños, consiguió la corona española, e hizo rey a su hermano José, que no era aceptado por el pueblo, excepto por los afrancesados. Moratín se encotraba en este grupo.
Su padre le influyó en su formación y su futuro. Tuvo pocos amigos, pero fieles. Entre ellos se encontraba Jovellanos. Era de carácter reservado y meditabundo con aquéllos a los que no conocía. Viajó por Francia, Inglaterra e Italia, y escribió libros sobre estos viajes. Algunos títulos importantes suyos son: “La derrota de los pedantes” (1789), “La comedia nueva o el café”, “El viejo y la niña” (1790), “El barón” (1805), “La mojigata” (1804) y “Ensayo sobre los orígenes del teatro español”. Tradujo “Hamlet”. Murió en París en 1828.
• Argumento
El libro cuenta la historia de una muchacha joven que se ve obligada a casarse con un hombre de bastante más edad, presionada por su madre, que es viuda y está en mala situación económica, y busca buena posición para su hija, sin contar con los sentimientos de ésta. Paquita, la protagonista, está enamorada de don Carlos, sobrino de don Diego, para el que estaba destinada ella. Esta casualidad hace posible el desenlace feliz, porque todo el mundo consigue sus objetivos: don Diego obtiene la compañía deseada, y gracias a su riqueza Paquita y don Carlos podrán vivir bien, que era el deseo principal de doña Irene, madre de Paquita.
• Tema principal y temas secundarios
El tema principal es la falta de libertad para escoger marido por parte de las mujeres. Esto estaba provocado por lo que a su vez son temas secundarios (la educación severa, el materialismo, la influencia del prestigio, los matrimonios concertados, la desproporción en la edad de los contrayentes...).
Acto I, escena I (la desproporción de edad):
“DON DIEGO: No, yo ya sé lo que dirán, pero... Dirán que la boda es desigual, que no hay proporción en la edad, que...”
“DON DIEGO: ¡Qué hombre! ¿Qué hablas de siete u ocho años? Si ella ha cumplido dieciséis años pocos meses ha.”
“DON DIEGO: Y yo, aunque gracias a Dios estoy robusto y...; con todo, mis cincuenta y nueve años no hay quien me los quite.”
Acto I, escena I (los matrimonios concertados):
“DON DIEGO¬: ...Yo, la verdad, nunca había visto a la tal doña Paquita; pero mediante la amistad con su madre, he tenido frecuentes noticias de ella;...”
• Crítica
Moratín critica la falta de libertad y de sinceridad en general de la gente, no sólo de las mujeres, que se veían obligadas a acatar la decisión que tomaran sus madres.
Acto III, escena VIII:
“DON DIEGO: Ve aquí los frutos de la educación. Esto es lo que se llama criar bien a una niña: enseñarla a que desmienta y oculte las pasiones más inocentes con una pérfida disimulación. Las juzgan honestas luego que las ven instruidas en el arte de callar y mentir. Se obstinan en que el temperamento, la edad ni el genio no han de tener influencia alguna en sus indicaciones, o en que su voluntad ha de torcerse al capricho de quien las gobierna. Todo se las permite, menos la sinceridad. Con tal que no digan lo que sienten, con tal que finjan aborrecer lo que más desean, con tal que se presten a pronunciar, cuando se lo manden, un sí perjuro, sacrílego, origen de tantos escándalos, ya están bien criadas, y se llama excelente educación la que inspira en ellas el temor, la astucia y el silencio de un esclavo.”
También critica las supersticiones.
Acto I, escena II:
“DOÑA FRANCISCA: ...mire usted (...) cuántas cosillas traigo. (...) ¡Ay, y una campanilla de barro para los truenos!...”
La falta de higiene se aprecia también:
Acto I, escena IV:
“DOÑA IRENE: ...veintidós he tenido (...), de los cuales sólo esta niña me ha venido a quedar”
Otro objeto de crítica es la educación exclusiva de la mujer en labores domésticas.
Acto I, escena I:
“DON DIEGO: ...bordar, coser, leer libros devotos, oír misa y correr por la huerta detrás de las mariposas, y echar agua en los agujeros de las hormigas, éstas han sido sus ocupación y sus diversiones...”
Además, el autor no está de acuerdo con la incultura de las clases pudientes.
Acto II, escena V (hablando sobre el padrino de doña Francisca):
“DOÑA IRENE: ... y no es ningún catedrático, ni bachiller, ni nada de eso, sino un cualquiera. (...) Cuasi toda la carta venía en latín, no le parezca a usted, y muy buenos consejos que me daba en ella.”
Moratín critican del mismo modo las costumbres sociales, la desconfianza, la inseguridad, la falta de modales... Se observa en la obra una actitud anticlerical del autor.
• Género y subgénero al que pertenece:
Es claramente una obra dramática, puesto que los hechos se narran a través del diálogo que mantienen unos personajes, situados en un lugar (en este caso una posada de Alcalá) y en un tiempo (la época de Moratín).
Dentro de la dramática, pertenece al subgénero mayor de la comedia, porque sus personajes son variados y pertenecen a distintas clases sociales (don Diego es rico y burgués, con tierras y dinero; él mismo lo dice en ocasiones; doña Irene es una viuda que está en mala situación, al igual que su hija; aparecen criados, arrieros, posaderos...).
Además, el lenguaje que usan no es excesivamente culto, sino coloquial (se observan laísmos y leísmos; asimismo la forma de expresarse de los personajes es cotidiana...)
Véase un ejemplo (acto primero, escena I):
“SIMÓN: ... si no la asusta la diferencia de edad...”
También se aprecian toques de humor satírico, que dan dinamismo a la obra. (Acto tercero, escena XI):
“DON DIEGO: Lo echó todo a rodar... Esto le sucede a quien se fía de la prudencia de una mujer”
Por último, tiene un desenlace feliz, propio de las comedias, en las que se resuelve el conflicto de manera favorable a todos.(Acto tercero, última escena):
“DON DIEGO: Aquí no hay escándalos...
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