El callejón de la Condesa
Enviado por zayra • 23 de Noviembre de 2013 • Informe • 1.514 Palabras (7 Páginas) • 451 Visitas
El callejón de la Condesa
La Casa de los Azulejos, ahora mejor conocida como el Sanborn's de los Azulejos, tiene una fachada que da al Callejón de la Condesa. Su nombre se debe a que por ahí salían los carruajes de la Condesa del Valle, y ese callejón, llamado de Dolores, con el tiempo y hasta nuestros días se le conoció como el Callejón de la Condesa.
Sólo a través de los siglos y en aras de la tradición, ha llegado hasta nuestros oídos una curiosa anécdota, referente al Callejón de la Condesa, que tomó su nombre de alguna de las del Valle. Cuentan las consejas que hace muchos años cierta vez entraron por los extremos del callejón, dos hidalgos, cada uno en su coche y que por lo estrecho de la vía se encontraron frente a frente sin que ninguno quisiera retroceder, alegando que su nobleza se rebajaría si cualquiera de los dos tomara la retaguardia.
Por fortuna, como asienta un grave autor, la sangre no llego al arroyo ni mucho menos, ni si quiera hirvió en las venas de los dos Quijotes; pero a falta de cuchilladas salió paciencia a los hidalgos quienes estuvieron en sus coches tres días de claro en claro y tres noches de turbio en turbio. De no intervenir la autoridad, de seguro se modifican los hidalgos; el Virrey previno, pues, que los dos coches retrocedieran hasta salir, uno hacia la calle de San Andrés otro hasta la Plazuela de Guardiola.
Leyenda del Ex Convento del Tepozán
Aguascalientes es un lugar muy bello, en el centro de México, y en su territorio se encuentra un pueblo típico lleno de misterio, llamado de Real De Asientos caracterizado por sus paisajes mineros y fachadas forradas con cantera rosa. Ahí se levanta el Ex Convento del Tepozán, Construido en 1627 por Franco de Rivera. En este lugar se instruían a los monjes franciscanos.
Las instalaciones son enigmáticas y misteriosas. Es un edificio de varios pisos, con desniveles, estrecho pasillos, angostas puertas y reducidas celdas en donde se castigaban la herejía, las desobediencias de la época y a los monjes franciscanos zacatecanos que eran merecedores de un escarmiento. Se dice que en las catacumbas descansas los restos de más de 600 mineros y algunos religiosos de distintas órdenes que habitaron en su momento el convento.
Y es a ellos que la gente atribuye los sucesos extraños sucedidos en el edificio, que hoy funciona como museo. Pues se asegura que las puertas se abren y se cierran, las luces se apagan y se escuchan constantemente rezos.
Más impresionante aún son las figuras de los monjes franciscanos que se aparecen paseando por los estrechos pasillos, y se internan en las celdas en las cuales solían ser castigados, dejando que sus gritos de dolor se escuchen hasta el día de hoy.
En este monasterio existe un templo, dedicado al Sr. del Tepozán, Santo patrono de los mineros, donde los trabajadores de la minería de la época acudían a escuchar la Santa misa, y presenciaron el suicidio de un monje que no pudiendo soportar más los castigos se colgó de la campana.
Este monje sigue pagando hoy en día por sus pecados, pues su fantasma se aparece cada noche, en el mismo lugar… colgado.
Leyenda de la Mujer que bailó con el Demonio
Esta leyenda parece ser muy popular, pues se cuenta de un suceso similar en muchas regiones de la república. Fue en aquellas épocas de los salones de baile, cuando bellas muchachas se reunían para asistir en grupo a escuchar música en vivo y por supuesto sacudirse el polvo. En esa ocasión María había sido convencida por sus amigas de acompañarlas al evento, pero al llegar, inventaba cualquier pretexto para evitar subir a la pista con algún extraño
De pronto, entre la multitud resaltaba un hombre muy elegante de traje oscuro y fina ropa, se notaba entre los demás por sus accesorios de oro, seguramente era algún tipo adinerado en busca de pareja.
Las amigas de María cuchicheaban pues este iba directo a la joven, que al tenerlo en frente no pudo negarse a acompañarlo, una vez en la pista, el extraño le decía tantas cosas bellas que María no podía mantener el paso y se le veía sonrojada. Varias tandas de canciones pasaron y pareciera apenas un segundo.
Pasada la media noche, un desgarrador grito hizo callar hasta la orquesta, una muchacha muerta de espanto señalaba insistente hacia los pies del joven que bailaba con María, cuando los demás volteaban a ver, salían corriendo despavoridos, todo era tan rápido que aun María no se había dado cuenta, que el joven con el que bailaba tenia
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