El chico
Enviado por Julili • 17 de Mayo de 2013 • Ensayo • 547 Palabras (3 Páginas) • 302 Visitas
- Draco – gimió Hermione, tratando de hacer que su corazón fuera más despacio -. ¿Estás seguro de lo que estás diciendo?
- Claro que estoy seguro – dijo, dejando de besarle el cuello por un momento.
Le hubiese dicho que había soñado lo mismo si aún le quedara algo de energía para hablar, pero cada roce de los labios del chico en su piel le extraía la energía. El chico empezó a subir por su cuello de vuelta a su oído.
- ¿Por qué viniste? – le preguntó pero no esperó una respuesta, ya que siguió besándole la mejilla, acercándose a su boca.
La chica no sintió ni las más mínimas ganas de responderle, ni tampoco de frenarlo. Nunca había sido tan vulnerable, y nunca le había pertenecido a nadie como lo hacía en ese momento. Y aún así no dudaba de Draco, ni tampoco tenía miedo de que tan lejos pudieran llegar las cosas. Dejó de pensar en las consecuencias de lo que hacía por un instante y cerró los ojos. El chico ya besaba la comisura de sus labios, pero justo en ese momento paró. Hermione sintió cierto enojo y abrió los ojos para encontrarse con su cara muy cerca de la suya.
- ¿Qué tan lejos estás dispuesta a llegar? – le preguntó burlonamente. Su aliento le rozaba los labios, haciéndole desearlo todavía más.
- Intenta averiguarlo – le dijo juguetonamente la castaña.
Draco rió maliciosamente, pero no se acercó más. Simplemente se la quedó mirando divertido, aprisionándola contra la pared poniendo sus brazos sobre sus caderas. Ambos sudaban, aunque hacía frío y en realidad no habían hecho nada aún. Finalmente, tras lo cual pareció una eternidad a Hermione, Draco levantó su brazo y le acarició la mejilla con dulzura. La chica se sintió sonrojar así que bajó la mirada, pero antes de que pudiera hacerlo Draco le tomó la barbilla y la obligó a mirarlo.
Y, tras mirarse algunos segundos, por fin se inclinó sobre ella, dispuesto a besarla. Hermione cerró los ojos sintiendo como el pulso se le aceleraba aún más, si es que eso todavía era posible. Pero, igual que como había sucedido en su sueño, apenas hubo un roce casi inexistente antes de que Draco se separase bruscamente de ella.
La chica abrió los ojos sorprendida, y algo dolida, para ver como Draco se doblaba por la cadera sosteniendo su antebrazo izquierdo contra su torso. Todas sus alarmas se dispararon y se acercó a él, preocupada, pero cuando dio el primer paso Draco se levantó con la misma brusquedad con la que se había separado y trató de lanzarle una sonrisa.
- Hermione… - empezó. Por su tono la chica supo que las palabras que diría le iban a doler, Y había acertado -. Te juro que… Me gustó estar contigo, pero… Tengo que irme. Es urgente. Lo siento.
Empezó a caminar hacia la puerta, y por un instante la chica no pudo moverse, pero al
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