El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Prólogo

El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde salió a la luz en Londres el 9 de enero de 1886; en estos años escribió también La isla del tesoro. Esta novela alude a dos personalidades; una, la más aparente, irradiaba una imagen de pureza inmaculada, honestidad, generosidad, humanidad y simpatía. En cambio la otra reflejaba todo lo contrario: un espíritu vil e inmoral, perversidad, avaricia, carencia total de pudor y arrogancia. La personalidad “buena”, es solo la fachada, una cínica cubierta, en suma, una maliciosa acumulación de falsedades.

La personalidad “mala”, sería la real, el infame y temible Hyde acechando a la sombra del conflictuado doctor Jekyll. Ambas partes forman parte de la naturaleza humana, a simple vista, inseparables. En los seres predomina el lado bueno y en otros el lado malo; sin embargo los dos lados siempre están ahí, creando conflictos internos. El doctor Jekyll no es un hombre, sino dos, ya que en el existen esa doble naturaleza del bien y el mal, se dedica a buscar la forma de dividirlas. Esto se convierte una seria obsesión y al fin, utilizando sustancias químicas, compone una droga que puede lograr esa división; sin tener en quien probarla decide ingerirla el mismo y sufre una transformación. Se transforma en el enigmático Mr. Hyde, un ser con esencia de perversidad.

Edward Hyde tiene un cuerpo mezquino, se entrega a todo tipo de excesos y realiza toda clase de inmundas acciones. Al inicio el efecto desaparece después de unas horas y vuelve el doctor Jekyll, éste recuerda perfectamente las atrocidades de su contraparte y para remediarlo hace grandes caridades. Cada vez son peores las acciones de Hyde y el doctor decide no volver a tomar la droga, algo que no puede cumplir pues su naturaleza buena empieza a ceder a la tentación de la transformación. Aquí se muestra la debilidad de un hombre que queda atrapado en un juego del cual no puede salir; no es hasta que Jekyll comete un asesinato, el doctor horrorizado decide desterrar a Edward; lamentablemente ya es muy tarde, ya que la transformación ya se realiza sola y a partir de ese momento tiene que tomar la droga para dejar de ser Hyde. Para hacer peor la situación los componentes de la fórmula comienzan a escasear, al fin cuando Jekyll está condenado a ser Hyde, se suicida.

 El mal esta en nosotros, es esencial en nuestro ser; podemos derrotarlo pero no eliminarlo totalmente; no hay que cederle el poder de jugar con nosotros ya que corremos el riesgo de que nos destruya, como a Jekyll.

La novela está escrita en diez capítulos, escritos ocho de ellos en tercera persona, el noveno esta en primera persona y el décimo y más largo, está ocupado por una narración biográfica que hace Jekyll.

Regina Astrid Morales Cruz.

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