El modernismo en la literatura

Valeria Valdiviezo

MODERNISMO

El modernismo en la literatura

Uno de los más grandes movimientos poéticos de Latinoamérica que obtuvo un lugar destacado dentro de la sociedad a finales del siglo XIX. Rubén Darío fue el líder y el representante del movimiento, luchando siempre para que este movimiento prevalezca y se vea consolidado en futuro, puesto que era esto lo que el intentaba lograr.

El termino modernista aludía a los artistas rebeldes y bohemios de esta época que con el tiempo dejó este significado y luego se hizo referencia a lo que conocemos como modernismo, movimiento de renovación estética que buscaba la belleza total de las formas. Este rechaza lo cotidiano, al igual que la realidad que estarían asociadas entre sí, es decir, al ser un modernista los escritos serían basados en la imaginación del autor o en buscar una realidad en el interior del mismo. De esta manera se estaría abriendo paso a dos tipos de modernismos, el exótico y el intimista. Uno de ellos por su parte maneja situaciones y espacios irreales y el otro es más melancólico y utiliza la angustia tratando temas existenciales. Ámame así, fatal, cosmopolita, universal, inmensa, única, sola y todas; misteriosa y erudita: ámame mar y nube, espuma y ola. Sé mi reina de Saba, mi tesoro.(Darío, 1896).  En esta fracción de uno de los libros de Rubén Darío su estilo recae en lo intimista, como un ejemplo de este modernismo. Tratando de estilos de los modernistas siempre han estado en constante cambio, gracias a las diferentes formas de escribir en relación a este modelo literario, la expresión de la intimidad y los efectos cromáticos hacen de este recurso algo más detallado, que te hace sentir dentro de un escrito, a pesar de ser esto un simple escrito te transmite todo lo que hay dentro de este y todos estos efectos se producen por los estilos propios de un autor que te transportan a su visión de las cosas, a través de una obra.

Podría finalizar diciendo que este recurso literario fue algo innovador en esta época, su estética, pensamiento y actitudes hacían que no se base en los problemas políticos y sociales de la misma, sino que salió de lo común, no necesitó seguir recalcando los problemas porque este recurso literario tenía otro punto de vista del mundo en sí. Era un mundo de belleza literaria en el cual encontrabas un refugio como escritor.

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