El pronombre. Los Pronombres Átonos

EL PRONOMBRE

ETIMOLOGÌA: La etimología de la palabra pronombre nos muestra que pronomine significa en vez del nombre, por el nombre, en lugar del nombre, y por tanto, nos expresa su constitución como una palabra sustitutiva. Si la gramática tradicional decía que era sustituto del sustantivo, hoy decimos que es una palabra sustitutiva del sintagma tradicional.

CRITERIOS:

• SEMÁNTICO: Es una palabra con significado ocasional que adquiere sentido dentro de un texto o conversación, es decir, es un vocablo no connotativo.
• MORFOLÓGICO: Es una categoría gramatical variable porque tiene accidentes gramaticales de género, número y persona.
• SINTÁCTICO: El pronombre puede funcionar indistintamente como sustantivo (pronombre-sustantivo) o adjetivo (pronombre-adjetivo).
• LEXICOLÓGICO: Es una palabra de inventario cerrado, porque su número es limitado.

CLASIFICACIÓN:

• Pronombres Personales: Se denominan así porque presentan rasgos gramaticales de persona. Esta propiedad solo es compartida en el sistema pronominal del español por los posesivos, considerados con frecuencia una variante de los pronombres personales. Los rasgos de personas se expresan también en la flexión verbal, lo que repercute en la redundancia.

Se distinguen Pronombres Personales Tónicos y Átonos según posean acento o no. Los Pronombres Personales Tónicos se reconocen porque son susceptibles de usarse en las expresiones de manera autónoma, ya que poseen su propio acento de intensidad; por ejemplo, por si solos pueden usarse para responder una pregunta ¿Quién tiene el libro? – Yo. ¿Quién tiene la culpa? – Tu. ¿Quién te lo dijo? – Él. Las formas Átonos, por el contrarios carecen de acento de intensidad y por lo tanto, se articulan necesariamente con otra palabra que sea Tónica, apoyándose fonológicamente en ella y formando así un grupo fónico. Se reconocen por su incapacidad de uso autónomo. Por ejemplo, ante la pregunta: ¿Quién lo hizo? – No es posible responder “me”, “te”, “os”, “nos”, “le”, “los”, “la” u otros átonos. Más bien se agrupan necesariamente con el verbo. Así decimos: “le vio”, “me parece”, “los saludé”, “os mordió”, etc.

Los Pronombres Átonos necesariamente aparecen antes del verbo o después de él y unidos a este. En el primer caso serán proclíticos y en el segundo enclíticos.

• Pronombres Demostrativos: Sustituye o modifica a un ser u objeto señalado, determinando la relación de distancia que guardan con las tres personas gramaticales.

Para que los Demostrativos funcionen como Pronombres tienen que sustituir al Sustantivo, de lo contrario, serán adjetivos demostrativos.

Los Pronombres Demostrativos desempeñan cualquiera de las funciones del Sustantivo. Por ejemplo:

• Núcleo de sujeto
• Predicativo
• Objeto directo

• Pronombres Posesivos: Indican posesión o pertenencia de los seres aludiendo a las tres personas gramaticales, es decir, nombran al objeto a través del poseedor.

• Pronombres Numerales: Son los que hacen referencia a la idea de cantidad exacta y no se presenta idea de persona gramatical. Su repertorio es amplio y variado, no sometiéndose a diferencia de los otros, a la regularidad de un paradigma. Se reconoce las siguientes variedades:

• Numerales Cardinales: Son los que se refieren a la serie natural de los números: uno, dos, tres, cuatro, veinte, quinientos mil, etc.
• Numerales Ordinales: Expresan la idea de ubicación dentro de una serie, es decir, la idea de orden o disposición sucesiva: primero, segundo, tercero, duodécimo, etc.
• Numerales Partitivos: Expresan la idea de fracción o división: medio, tercio, cuarto, doceavo, etc.
• Numerales Múltiplos: Implican la multiplicación por la serie natural de los números: doble, triple, cuádruple, etc.
• Numerales Distributivos: Expresan la separación de los sustantivos en elementos y la designación de uno de ellos con relación a los demás: únicamente son, cada, sendo(a), ambo(a).

• Pronombres Indefinidos: Son aquellos que designan a los seres por su número, pero en forma imprecisa. Este pronombre subjetivo en su uso, porque indica las cosas tal como las percibe el hablante, es decir, lo que para un hablante puede ser mucho, para otro hablante puede ser poco. Por ejemplo: uno, una, unos, unas, algo, nada, poco, pocos, mucho, mucha, ninguno, ninguna, etc.

• Pronombres relativos: Los pronombres relativos se refieren a un nombre ya citado en la oración, llamado antecedente, sin necesidad de repetirlo, los pronombres relativos son cuatro: que, cual, quien, cuyo.

            También introducen una oración adjetiva, explicativa o especificativa.

• Pronombres interrogativos: Son los pronombres relativos que expresan una pregunta. ¿Quién es ella?, ¿Qué quieres?, ¿Cuánto comparemos?

• Pronombres exclamativos: Son los pronombres relativos que expresan asombro o exclamación.

¡Cómo te amo!

¡Quién lo hubiera imaginado!

Fenómenos del laísmo, leísmo y loísmo

• LEÍSMO

Se denomina leísmo al fenómeno de utilizar los pronombres átonos le y les cuando lo correcto sería lo y los o la y las.

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