El tren de los huerfanos

EL TREN DE LOS HUERFANOS

Nos cuenta una historia ficticia donde Vivian una de esas niñas de los trenes que ahora tiene 91 años y Molly una adolescente de 17 cruzan sus caminos, y empiezan a desenterrar muchas cosas del pasado, a sacar nuevas cosas a la luz y pensar que no todo está perdido aunque a veces parezca demasiado tarde.

Molly por ciertos problemas que ha tenido se ve obligada a cumplir una cantidad de horas de servicio en algún lugar y empieza entonces a trabajar en la casa de Vivian, más precisamente ordenando su desván el cual está repleto de cajas llenas de objetos que ni la propia Vivian recuerda que tiene. Es revisando esas cajas y volviendo a tener esos objetos en sus manos el cómo logramos ver a Vivian viajando al pasado, y volviendo a ser esa niña huérfana que viajaba en el tren. Los recuerdos, el dolor, la tristeza y muchas emociones vuelven a renacer en ella, a la vez que Molly y Vivian descubren que tienen varias cosas en común y sin darse cuenta se ayudan mutuamente.

Este libro está narrado en dos tiempos diferentes. Por un lado en el año 2011, en tercera persona donde Molly trabaja en la casa de Vivian y reordenan ese desván y por otro lado del año 1929 a1943, narrado en primera persona por la propia Vivian que en ese momento era simplemente una niña. 

A simple vista podría resultar algo pesado o denso pero es todo lo contrario y eso fue algo que me llamo mucho la atención. La autora se expresa y escribe de un modo muy sencillo, para nada pesado ni aburrido, haciendo que la lectura sea muy ligera y entretenida. 

Si tuviera que elegir uno de esos dos tiempos en que se narra me quedaría con esos capítulos donde la propia Vivian siendo una niña nos cuenta su historia. Se me pasaban rápidas esas páginas donde nos relata todo lo que le sucede: sus miedos, su sufrimiento y  lo que vive y siente al pasar por tantas cosas. Inevitablemente uno termina por conectar con ella, con sus emocionarse, sentir la misma incertidumbre, la misma tristeza.

Cuando nos ponemos a analizar bien nos damos cuenta que en su mayoría el libro nos habla de Vivian y vamos conociendo mucho más de ella que de Molly. En ese caso me hubiesen gustado un poco más de diálogos, más interacción entre ambas. 

Sobre los últimos capítulos pasan muchas cosas y de manera intensa. Se descubren algunas cosas ocultas, además de muchos sucesos muy emotivos que nos va acercando al final. Para ser sincera me hubiesen gustado unas páginas más, pues  me quede con ganas de leer un poco más de lo que le sigue a esas últimas palabras del libro, pero aun así creo que es un final muy lindo.

Cuando lo empezamos a leer, nos volvemos uno más en ese tren, sin saber lo que nos depara la vida, sintiendo en carne propia esa tremenda incertidumbre y soledad. Al terminarlo acabé por admirar la fortaleza de esos niños, su valentía y persistencia para seguir adelante a pesar de ver su vida destruida, a pesar de estar rotos por dentro. Niños que se ven forzados a hacerse adultos antes de tiempo y a tomar decisiones que pueden cambiar su vida.

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