En el nombre de la rosa, novela escrita por Umberto Eco en el año 1980

En el nombre de la rosa

En el nombre de la rosa es una novela escrita por Umberto Eco en el año 1980. Nueve años más tarde, dado su gran repercusión, se la representó en el espacio cinematográfico.

La historia se desarrolla en el contexto de las sociedades medievales del siglo XIV. El relato cuenta con una trama muy interesante: una investigación, un fray con el nombre de Guillermo de Baskerville, su aprendiz Adso de Melk y una serie de homicidios que se dan en una abadía de la Europa medieval. Más allá de los interesantes sucesos que se dan a lo largo del film, la película resulta una excelente caracterización de lo que fue una época determinada por la censura y la restricción al conocimiento.

Interpretar a la sociedad medieval no es tarea fácil. Son numerosos los aspectos que podrían abarcarse y cada uno de ellos es indispensable para el análisis. Thompson en “Los media y el desarrollo de las sociedades modernas” remota varias conceptos que nos ayudan a entender esta etapa. En este sentido dice que “En la Europa medieval la Iglesia Católica Romana constituía la institución central del poder simbólico, pues tenía el virtual monopolio de la producción y difusión de los símbolos religiosos y de la inculcación de las creencias religiosas” En este sentido, las altas esferas religiosas en lo alto de la cúspide del poder, sometían a las sociedades en pos de preservarse en ese lugar. Tal es el caso de la Santa Inquisición, una institución que controlaba a la herejía a través del miedo y la muerte. Aquellas concepciones que estaban en contra de lo que establecía la religión eran suprimidas, todo aquel que blasfemaba o practicaba la herejía era asesinado.

Además del sistema de control que efectivizaba la Santa Inquisición, la educación y el acceso al conocimiento estaban restringidos a las elites. Adso por ejemplo, el aprendiz de Guillermo, resultaba parte de aquel sistema educativo restringido. En una época donde lo que primaba era la enseñanza oral, sólo los hijos de las elites podían acceder a una educación.

Otra de las medidas de control, la cual se ve representada en la película, era la del ocultamiento de libros con el propósito de preservar la hegemonía religiosa. La biblioteca de En el nombre de la rosa resulta un misterioso laberinto impenetrable. El acceso estaba restringido y  sólo el bibliotecario, su ayudante y el Abad podían entrar. A lo largo de la investigación, Guillermo descubre que todos los asesinatos respondían a un patrón: todos los monjes asesinados habían sido atraídos por un libro que permanecía oculto. Un libro en griego que sólo los que contaban con la educación necesaria para su lectura podían comprender. El abad, como una manera de no generar interés al conocimiento y preservar la ignorancia, es quien asesina a los monjes y pretende hacer creer que aquellos homicidios eran actos vinculados al anticristo.

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