Ensayo Argumentativo
Enviado por xiolala • 31 de Enero de 2014 • 1.976 Palabras (8 Páginas) • 411 Visitas
UNIVERSIDAD ICESI
FACULTAD DE HUMANIDADES
DEPARTAMENTO DE ESPAÑOL
Taller de Comunicación Oral y Escrita II
INTRODUCCIÓN AL ENSAYO
Cuando le preguntan a alguien si le gusta escribir y qué escribe, la conversación se llena inevitablemente de tópicos. Alguien puede entender escribir en el sentido literario, si le gusta escribir cuentos, poemas o cualquier otro tipo de texto creativo. Otra persona pensará en las cartas y responderá lo más seguro que no, que muy raramente, porque es más rápido llamar por teléfono, y luego comentará que cada vez se escribe menos. Al fin y al cabo, todos concluiremos diciendo que no tenemos tiempo para escribir, aunque nos gustaría poder hacerlo más a menudo.
La imagen social más difundida de la escritura es bastante raquítica y a menudo errónea. No todo el mundo califica como escritos lo que se elabora en el trabajo (informes, notas, programas), en la escuela (reseñas, apuntes, trabajos, ensayos, informes) para uno mismo (agenda, diario, anotaciones), o para amigos y familiares (invitaciones, notas, dedicatorias). Así mismo, se suele pensar siempre en la función de comunicar (cartas, cuentos, certificados) y mucho menos en la de registrar (apuntes, resumen de un libro, notas), la de aprender (trabajos, análisis de un libro, reflexiones), o la de divertir (poemas, dedicatorias). Con una gama tan limitada de utilidades, es muy lógico que no encontremos motivos para redactar. (Cassany, Anagrama, 1996)
Sin embargo, la vida universitaria presenta el reto de la escritura. La mayoría de los maestros evalúa mediante textos escritos: “Para la próxima clase deben escribir un…” y aquí aparece una gran variedad de propuestas: ensayo, resumen, informe, protocolo, “abstract”, párrafo, etc. Todos ellos como resultado de un proceso de lectura de distintas clases de documentos: conferencias, artículos, periódicos, libros, ensayos, películas, documentales y otros, que obligan al estudiante a desarrollar una serie de estrategias de lectura y escritura que le permitirán ser cada vez más competente y eficaz en su desempeño académico.
Suele ocurrir que los maestros universitarios, cuando asignan trabajos escritos soliciten “ensayos”, cuando en realidad hacen referencia a textos específicos tales como resúmenes, reseñas, artículos o informes. Esto sucede por la importancia concedida al ensayo en la vida universitaria, pero también muestra una gran confusión en torno al concepto. Los “ensayos” solicitados deben estar, comúnmente, en el formato de “un texto de cierto número de páginas”, lo que significa un escrito de varios párrafos que sustenta un punto de vista o tesis.
“El término ensayo, en buena medida ha terminado por convertirse en una denominación confusa que los profesores suelen utilizar para solicitar de sus alumnos cierta forma de trabajo académico. Aunque raras veces se intenta definirlo con claridad, parece existir, no obstante, un acuerdo tácito sobre sus características. En realidad, sobre ninguna otra noción abundan tantos sobreentendidos y vaguedades y, al mismo tiempo- por paradoja-una exigencia tan precisa acerca de sus alcances como sobre este género de escritura.
La consideración unánime del ensayo como el medio ideal del trabajo académico se debe sin duda a la relación casi indisoluble que ha mantenido en los últimos tiempos con las más destacadas formas de transmisión del saber” (límites del ensayo académico, Vélez, 1994)
ACERCA DEL ENSAYO
Elaborar un texto, siguiendo la definición del Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española:
“Escrito, generalmente breve, constituido por pensamientos del autor sobre un tema, sin el aparato ni la extensión que requiere un tratado completo sobre la misma materia”.
A lo anterior, comenta Tito Nelson Oviedo: “Escribir un ensayo exige “pensar sobre el tema”. Es decir, estar familiarizado con el asunto. Haberse formado una visión personal acerca de él. No hablemos de originalidad total, que es misión imposible. Pero sí de poder expresar y sustentar un punto de vista bien pensado.
Otra definición que se aproxima también a la realidad de lo que es el ensayo, es la de Ernesto Ojeda, quien lo define como UN TEXTO MÁS DIRIGIDO A LA RAZÓN QUE A LA IMAGINACIÓN Y CUYO PROPÓSITO ES EXPONER Y DEMOSTRAR IDEAS. SIN EMBARGO, TOMA CARACTERÍSTICAS DE LA PROSA LITERARIA.
Por lo anterior diremos que el objeto de un ensayo argumentativo es susceptible de discusión, ya que está en el marco de verosimilitud y no en el de la verdad o la falsedad.
CARACTERÍSTICAS:
De las características señaladas en estas definiciones se puede hacer algunas señalaciones importantes que deben ser tenidas en cuenta por quien se dedique al cultivo de este género. Se pueden destacar las siguientes:
1.- La extensión del ensayo es variable: Aunque se señala la brevedad como uno de los rasgos característicos del ensayo, esto depende más bien del autor. Existen ensayos cortos o breves y de mediana extensión, aunque los hay también de la extensión de un libro. No obstante, han hecho carrera las siguientes consideraciones: Un ensayo no debe ser tan corto que parezca una meditación ni tan largo que se asemeje a un tratado. Hay una zona medianera, normalmente entre tres y diez páginas.
2.- Su estilo es libre. Puede ir desde los aspectos descriptivos del asunto tratado hasta la interpretación; puede expresar la sensibilidad, imaginación y creatividad estética del autor, quien debe sustentar en el rigor lógico, conceptual y metodológico que le dan la investigación, el estudio de los hechos y el dominio que tiene sobre el tema tratado.
3.- El ensayo debe tratar un aspecto particular de un tema abordado de manera breve y sin agotarlo.
4.- El ensayo, más que un comentario acerca del asunto tratado, es una reflexión, que puede partir de la reflexión de otros. Tener en cuenta los argumentos ajenos le servirá para, posteriormente, introducir en su ensayo juicios de autoridad que contribuyan a sustentar los propios y a establecer la solidez argumentativa de la tesis.
5.- El ensayo tiene carácter discursivo ( del latín Dis currere, correr de un lado para otro). Un ensayo discurre; es discurso pleno. Los buenos ensayos se encadenan, se hilan de manera coherente. No es poniendo una idea tras otra, no es sumando ideas como se compone un buen ensayo; es tejiéndolas de manera organizada, jerarquizando las ideas, sopesándolas. De allí, la importancia de un plan de escritura,
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