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Ensayo El Lenguaje Como Semitica Social


Enviado por   •  10 de Abril de 2014  •  2.239 Palabras (9 Páginas)  •  394 Visitas

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El lenguaje como semiótica social.

M. A. K. Halliday.

1. El lenguaje y el medio:

El medio es tanto social como físico, y un estado de bienestar que dependa de la armonía con el medio exige la armonía de ambos aspectos.

En el desarrollo del niño como ser social, la lengua desempeña la función más importante. La lengua es el canal principal por el que aprende a actuar como miembro de una sociedad, dentro y a través de los diversos grupos sociales: familia, vecindario, etc., y a adoptar su cultura, sus modos de pensar y de actuar, sus creencias y sus valores. Todo eso sucede indirectamente, mediante la experiencia acumulada de numerosos hechos pequeños, insignificantes en sí, en los que su conducta es guiada y regulada, y en el curso de los cuales él contrae y desarrolla relaciones personales de todo tipo. Todo eso tiene lugar por medio de los usos cotidianos del lenguaje más ordinarios, los que sirven para transmitir, al niño, las cualidades esenciales de la sociedad y la naturaleza del ser social. Se trata del lenguaje en el contexto total de la interacción entre un individuo y su entorno humano.

2. Lenguaje y situación:

El uso del lenguaje no es un concepto simple. El hablante utiliza el lenguaje de varias maneras distintas, con una diversidad de propósitos distintos, todos a un mismo tiempo.

Esto se debe a que no experimentamos el lenguaje en el aislamiento, sino siempre en relación con algún escenario, con algún antecedente de personas, actos y sucesos de los que derivan su significado las cosas que se dicen. Es lo que se denomina “situación”, por lo cual decimos que el lenguaje funciona en “contextos de situación”, y cualquier explicación del lenguaje que omita incluir la situación como ingrediente esencial posiblemente resulte artificial e inútil.

El “contexto de situación” se refiere a aquellas características que son pertinentes al discurso que se está produciendo. Dichas características pueden ser concretas e inmediatas.

3. Registro:

La noción de registro se entiende como el uso lingüístico determinado por el contexto inmediato de producción de un discurso. El registro se considera una variedad lingüística funcional —también denominada variedad diafásica— condicionada por cuatro factores contextuales fundamentalmente: el medio de comunicación (oral o escrito), el tema abordado, los participantes y la intención comunicativa. La forma de expresión lingüística —cuidada o informal, general o específica, etc.— que escoge el hablante responde a cada uno de estos factores. Es un reflejo de los contextos de situación en que se utiliza el lenguaje, y de los modos en que un tipo de situación puede diferir de otro. De manera general, los tipos de situación lingüística difieren entre sí por tres conceptos:

I. Por lo que realmente ocurre,

II. Por quienes participan,

III. Por las funciones que desempeña el lenguaje.

Consideradas en conjunto, esas tres variables determinan tanto el espectro dentro del cual se seleccionan los significados como las formas que se utilizan para su expresión.

La noción de registro es a la vez muy simple e importante: se refiere al hecho de que la lengua que hablamos o escribimos varía de acuerdo con el tipo de situación. Los conceptos que necesitamos conocer respecto de un contexto de situación, a fin de predecir las características lingüísticas que probablemente se vinculen a él, son: Según M.A.K. Halliday (1978), la lengua se adecua a la situación en función de tres categorías o parámetros contextuales:

1. El campo, en el sentido tanto del marco social en que se desarrollan las prácticas comunicativas (juzgado, casa familiar, administración, hospital, iglesia, etc.) como en el sentido del tema tratado (derecho, ciencia, venta de un producto, religión, etc.). El campo determina el grado de especificidad de un texto, estableciendo una gradación desde textos técnicos o de especialidad a textos más corrientes.

2. El modo, entendido como el medio o canal escogido para la comunicación (oral, escrito, audiovisual, comunicación mediatizada por ordenador, dialogado o monologado, etc.). En cada medio se fijan unas prácticas discursivas o géneros discursivos que toman unos rasgos característicos debidos a su función social. Este factor determina el grado de planificación y espontaneidad de un discurso.

3. El tenor, como factor de la situación relacionado con los interlocutores y con la función perseguida en la comunicación:

•El denominado tenor interpersonal o tono determina el grado de formalidad de los textos (solemne, neutral, informal, íntimo, etc.), las formas de tratamiento escogidas (corteses o no), y las marcas de subjetividad u objetividad. La identidad social de los participantes en la comunicación, su estatus y el tipo de relación que mantienen (de jerarquía o solidaridad) son rasgos decisivos en la configuración del registro escogido en un texto.

•El tenor funcional remite a la forma en la que la función comunicativa influye en la expresión de los textos. Los propósitos estéticos, por ejemplo, identifican los registros literarios, diferenciándolos del resto. Las instrucciones de uso de un electrodoméstico tienen un tenor funcional explicativo y descriptivo, pero la publicidad que se haga de él seguramente escogerá un tenor persuasivo.

Estos tres factores o parámetros de la situación de comunicación influyen en la forma final del mensaje: en el tipo de pronunciación escogida (más o menos relajada, más o menos cuidada), en el léxico seleccionado (más formal o coloquial, más general o especializado), en la combinación de las palabras en patrones sintácticos fijados o más libres, en la preferencia por un estilo sintáctico determinado (nominal o verbal), en la organización de los contenidos en el discurso (según una superestructura preestablecida o no, orientada hacia la narración o la argumentación, etc.), en las convenciones para los turnos de habla o en el uso de elementos paralingüísticos (la entonación, los gestos, la gestión del espacio en el discurso oral; el formato elegido, el requerimiento de recursos visuales o no, por ejemplo, en el escrito). El concepto de registro, pues, da cuenta de las posibilidades que ofrece el uso de la lengua, de su especificidad, formalidad y planificación. El hablante competente sabe elegir, en los distintos planos de la lengua y del discurso, las expresiones lingüísticas más apropiadas para cada situación.

Se ha de precisar que los registros no constituyen entidades discretas, con fronteras claras, sino que se dan en un continuum, según el mayor o menor

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