Ensayo: Equidad de Género: Importancia en la Educación Escolar
Enviado por xiomaralala • 21 de Enero de 2016 • Ensayo • 876 Palabras (4 Páginas) • 429 Visitas
Sistema Universitario Ana G. Méndez
Recinto de Aguadilla
Programa Ahora
Ensayo: Equidad de Género: Importancia en la Educación Escolar
Por: Xiomara Feliciano Rodríguez
SOWO 390 – Trabajo Social y Violencia Familiar
Profesora: Grace Valentín Tomassini
El término equidad significa justicia: dar a cada quien lo que le pertenece, reconociendo las condiciones o características específicas de cada persona o grupo humano (género, clase, religión, edad). Partiendo de esta premisa podemos entender por equidad de género que no es más que dar a cada persona lo que corresponde sin tomar en cuenta si es hombre o mujer. Implantar una educación de equidad de género en las escuelas de Puerto Rico requiere de cambios culturales y, para esto, es necesario formar a la sociedad puertorriqueña en esta perspectiva. Uno de los objetivos de la educación es enseñar a nuestros hijos a comportarse según los valores y pautas socioculturales existentes, es la base para inculcar cualquier conducta o hábito. También hemos visto que para ello, el principal papel lo desempeña la familia y se continúa en la escuela. Hoy día resulta difícil mostrar a los más pequeños el gran problema de la desigualdad (entre hombres y mujeres) y tratar de inculcar valores que trasmitan que todas las personas tienen los mismos derechos, pero para erradicar la violencia de género es imprescindible comenzar por educar a los niños desde pequeños en el respeto hacia los demás.
Se debe comenzar por desmontar las “etiquetas” destructivas y sexistas como: “todos los hombres o todas las mujeres son iguales”, “no sabe guiar… tenía que ser mujer”, “los nenes no lloran” “bruto/a como tu padre/madre” “si juegas con carritos pareces un nene”, “las mujeres son de la casa y los hombres de la calle”. etc. Este leguaje negativo provoca verdaderos estragos en la formación de una persona bloqueando su seguridad, aumentando la culpabilidad y destruyendo su autoestima. Estando atentos a reforzar y alentar todo aquello positivo de nuestros hijos. Nadie puede educar si no se acepta y estima a sí mismo, porque mal puede valorar y aceptar a los demás quien no se quiere y valora a sí mismo. Tratando a cada hijo o hija como persona distinta, diferente, independiente y libre. Hay que aceptar su individualidad, que es sagrada y permitirle ser él o ella mismo/a, dejarle seguir su camino y su vocación.
Debemos reflexionar sobre los efectos que producen las respuestas de nuestros hijos en nuestras propias conductas y actitudes negativas como los insultos o las formas violentas, contribuyendo de esa manera a evitar situaciones educativas lamentables y así enmendar nuestras acciones. Hay que predicar con el ejemplo. Los estereotipos donde más se fomentan es en el hogar. Ejemplo de las tareas del hogar como: quien cambia las bombillas, quien friega los trastes y quien bota la basura.
Tanto los niños como las han sido educados con roles que propaga a la discriminación. En la familia es el primer lugar donde se perpetúan los roles que la sociedad ha establecido para hombres y mujeres. Numerosos estudios nos demuestran las diferentes actitudes, comportamientos, actitudes etc. que tienen con sus hijos o hijas según su sexo: a las niñas se les potencia la sensibilidad, el miedo, la obediencia, la dependencia, la afectividad. A los niños la agresividad, la competitividad, la independencia etc. Incluso en la escuela algunos educadores y educadoras no se comportan igual con chicos y chicas. Desde la infancia ellos y ellas también han recibido mensajes sexistas en todos los ámbitos de la vida, y por tanto, transmiten inconscientemente lo que han aprendido. Buscamos forjar una cultura de la equidad, que no es otra cosa que una cultura de la solidaridad, una cultura en la que hombres y mujeres compartan las mismas responsabilidades y sean tratados de la misma manera”, El secretario del Departamento de Educación (DE), Rafael Román Meléndez
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