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Ensayo Literatura: Las casas tomadas de Cortázar y Bong Joon Ho


Enviado por   •  26 de Junio de 2021  •  Ensayo  •  2.160 Palabras (9 Páginas)  •  96 Visitas

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Ensayo Literatura: Las casas tomadas de Cortázar y Bong Joon Ho

Introducción

“Hogar, dulce hogar”, diría el viejo refrán. Sin embargo, las casas que han construido Bong Joon Ho y Julio Cortázar en sus relatos parecerían necesitar de una buena dosis de azúcar, porque sin dudas dejan a sus lectores y espectadores un insoluble sabor amargo. No hay nada como la privacidad y la intimidad del propio hogar, el escenario propicio para conocer los secretos de sus habitantes. No hay que olvidarse que esas cuatro paredes lo han visto todo, pensamientos, sentimientos, todo aquello que sus residentes no quieren decir, ni si quiera a ellos mismos, la casa todo lo observa.

En algunos casos, puede funcionar inclusive como un reflejo de la verdadera esencia de quienes la habitan. Al tratarse de una propiedad privada, son sus propietarios los únicos encargados de decidir quienes pueden ingresar en ella. Pero hay que ser cautelosos a la hora de conceder ese permiso, no vaya a ser que los invitados se sientan demasiado cómodos. Aquello es lo que acontece en “Casa tomada” y en “Parásitos”, un cuento y una película que narran la toma de una casa, como conflicto principal del relato. No obstante, son dos tomas que se producen de maneras muy diferentes.

Este ensayo se propone analizar el desarrollo de la toma de la casa y su evolución e influencia en ambas obras. Utilizando este marco como hilo conductor se buscará responder las siguientes interrogantes: ¿Cuál es la relación que se establece entre el espacio y la psicología de los personajes? ¿Cómo está representada la antítesis del “nosotros” y “ellos” en los dos discursos de invasión?

Desarrollo

“Son las gentes quienes refuerzan el carácter del espacio, y este quien contribuye decisivamente a configurarles”[1] refería Ricardo Gullón en “espacio y novela”, donde analiza en profundidad este recurso y destaca la implicación mutua entre los dos elementos de la sintáxis narrativa. Pero para abarcar esta cuestión es importante antes hacer alusión a que en ambas obras el componente literario más importante es el espacio, y el relato gira en torno a él.

En Casa tomada, dos hermanos muy unidos conviven en una vivienda a la que describen como espaciosa y antigua. El cuento consta de una breve introducción sobre la vida diaria de Irene y el narrador, al que no le conocemos identidad porque según sus propias palabras: “Es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo importancia”[2], y de cómo un “ruido” comienza a apoderarse de la misma, hasta tomarla por completo y dejar a sus propietarios en la calle. En Parásitos, se retrata a una familia de clase baja, los Kim, que diseñan un plan para infiltrarse en la lujosa mansión de los Park y ocupar los puestos de trabajo, sin contar con experiencia alguna, como empleados domésticos de la familia perteneciente a la élite de Corea del Sur. En el caso d ela película, son dos hogares los que se pueden observar, pero es en la residencia de los Park en donde transcurre la toma y se da el conflicto primordial del relato.

Además del espacio físico, podemos identificar el espacio psicológico. Este consta de la mente de los personajes, sus recuerdos y su forma de percibir lo que los rodea. Por lo tanto, es fundamental resaltar la conexión entre ambos en las dos obras. “ [la casa] guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia”[3]. Este es un ejemplo de la combinación de los aspectos mencionados. El espacio físico almacena recuerdos de su infancia, pero al mismo tiempo estos forman parte de las propias memorias del narrador, y se puede comprender que se trata de una persona muy aferrada a su pasado, que le cuesta desapegarse de su familia. A su vez, la casa es tan grande que los protagonistas tienen mucho espacio de sobra. Esto les resulta agobiante, no solo por la limpieza extra que tienen que realizar, sino porque ese espacio libre potencia el vacío que sienten ambos en sus vidas, y les recuerda a las personas que no van a formar parte de ellas. La soledad y “lo que no fue”, es la tercera habitante de la casa. Haremos mención a esta cuestión más adelante. Lo mismo sucede cuando se coloca a la casa como un personaje más de la ficción: “A veces llegamos a creer que era ella la que no nos dejó casarnos”[4]. Es necesario destacar el pronombre femenino para referirse a un objeto, esa es la demostración de la implicancia que tiene su peso en la trama. Un espacio físico que es percibido por los protagonistas como el motivo de su soledad. En su espacio psicológico ambos se sienten solos, se rindieron en la búsqueda de su alma gemela.

 Desde la primera secuencia de Parásitos el espectador entiende que la familia Kim se encuentra en un nivel inferior. Viven en un “semisótano”, conocido en Corea como “banjiha”. El lugar es muy pequeño, solamente tiene una ventana y está desordenado. Podríamos decir que a la familia Kim le cuesta encontrar el orden de su vida, se sienten asfixiados por no poder cumplir con los requisitos para sostener un “buen vivir”, y se perciben como personas inferiores a los demás, no solo en materia económica. En cambio, Los Park, habitan una mansión en una colina e intentan mostrarse casi tan perfectos como su vivienda. Pero lo irónico será que a pesar de que su propiedad sea una representación de su grandilocuente vida, en ella se ocultan secretos que ni ellos conocen. Hay una puerta negra, que revela un espacio misterioso, un espacio al que le tienen miedo los propios habitantes de la casa, lo ignoran, o eligen ignorarlo. Porque los Park jamás miran hacia abajo, se sienten seres superiores. Por ingenuidad y soberbia, eso genera que vivan en una burbuja y no se den cuenta de que tienen una persona viviendo en su sótano hace años, o que estan siendo engañados por los Kim. De nuevo, el espacio se vuelve un reflejo de la psicología de sus habitantes.

Sin embargo, eso no alcanza para poder estudiar la lógica de la toma de ambas casas. Para eso, es necesario analizar cual es la reacción que presentan sus habitantes, y su relación con los “invasores”.

“–Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.                               –¿Estás seguro?
Asentí.
–Entonces –dijo recogiendo las agujas– tendremos  que vivir en este lado.”
[5] 

Este diálogo entre el “matrimonio de hermanos”,  resulta útil para explicar la postura que toman los protagonistas frente a la presencia desconocida que se propone tomar su casa. La actitud que presentan Irene y el narrador es de suma tranquilidad, hasta podría decirse de alivio frente a la situación. Son dos personas que dejan el destino de sus vidas a la merced de lo que la casa disponga ¿Los protagonistas se enfrentan a un destino inexorable? La toma se da como un proceso paulatino. A pesar de que se apenaban por las pérdidas de algún que otro objeto, también se alegraban porque sus tareas se habían visto simplificadas. Esa es la actitud que sostienen, no hacen nada para cambiar su realidad, de la cual son completamente conscientes, y le encuentran lo positivo a la situación. Quizás tener un ocupa en la casa los hacía sentir menos solos, quizás menos cuartos vacíos signficaba menos vacío en su vida. El pico de la toma se produce al final, que funciona también como la resolución de la historia, en el cual los hermanos se encuentran en la calle y solo andan con lo puesto, ni siquiera se quieren llevar la llave de su vivienda. La tiran a la alcantarilla, y se entregan y aceptan completamente su destino.

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