Ensayo - "Oscar While" Y "La Importancia De Llamarse Ernesto"

Ensayo – “Oscar While” y “La Importancia de llamarse Ernesto”

“El doble filo de la segunda personalidad”

Puedo decir con certeza que todos nosotros presentamos una personalidad y una mente interna. Y esta mente interna y nuestra personalidad pueden ir más allá juntas y crear una segunda personalidad. Cuando no nos hemos hablado a nosotros mismos por simples preguntas, nos hemos imaginado lo que podríamos hacer, nos hemos visto desde una perspectiva diferente pero a la vez interna para conocernos mejor. Esta es una habilidad, la habilidad de crear a un ser interior que sirve de apoyo para el pensamiento del individuo, es fascinante y lógico como el ser humano, un ser racional logra crear una autoayuda en sí mismo para resolver diversas dificultades. Pese a ello, hay ciertos casos en los que la personalidad interior creada se sobre desarrolla y podríamos decir que el individuo ahora posee más de una personalidad cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente e incluso actuar y discutir con la otra personalidad además de tomar el control del comportamiento del individuo de manera rutinaria o en determinadas situaciones y provocar un grado de pérdida de memoria, esto, científicamente se conoce como Trastorno de identidad disociativo. Pero ¿Qué consecuencias trae una segunda personalidad? Desarrollado a través de “William Wilson” de Edgar Allan Poe y “La importancia de llamarse Ernesto” de Oscar Wilde, en este ensayo presentaré las principales relaciones entre estos: El uso de una segunda personalidad y sus consecuencias.

La segunda personalidad tiene un inicio, empieza como un amigo imaginario durante nuestra niñez, un amigo con el que podemos hablar cuando estamos solos, un amigo que nos puede ayudar cuando lo necesitamos, un amigo para jugar cuando queremos, sin duda alguna el mejor amigo creado a nuestro gusto y deseo. Y que cualquier niño tenga un amigo imaginario es normal, pero finalmente conforme se crece este puede olvidarse, recordarse con nostalgia, o en el tercer caso acoplarse y ser parte de nosotros, una nueva personalidad.

Ahora bien podemos empezar con las ventajosas consecuencias de una segunda personalidad: La Autoayuda, nuestro otro yo puede aconsejarnos, orientarnos frente los diversos obstáculos que uno vive. La experimentación, a nuestro otro yo le podemos preguntar y él nos contestara tal cual nosotros hubiéramos respondido ante tal pregunta y nos permitirá generar conocimiento. De manera positiva podemos usarlo como anonimato y platicarlo a las demás personas como si de una persona se tratase, es decir, todos conocemos el ejemplo: “Tengo un amigo con cierto problema…”

Indiscutiblemente son enormes estas ventajosas consecuencias ya que ayudan saludablemente de manera profunda y personal a la actividad psicológica del individuo pero es por eso mismo que debemos mantener a la segunda personalidad a nuestro mandato, en segunda posición, de manera controlada y oprimida, en caso contrario sufriremos

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