Ensayo Reflexivo de la Solidaridad. “AL HACER EL BIEN A LOS DEMAS, NOS BENEFICIAMOS NOSOTROS MISMOS”
Enviado por jose2889 • 30 de Agosto de 2015 • Ensayo • 1.261 Palabras (6 Páginas) • 207 Visitas
Ensayo Reflexivo de la Solidaridad.
“AL HACER EL BIEN A LOS DEMAS, NOS BENEFICIAMOS NOSOTROS MISMOS”
Que difícil es ver y reconocer que vivimos en un mundo tan frío e indiferente al sufrimiento, a las desgracias, en donde la solidaridad cada vez va perdiendo más su fuerza en el corazón de la gente y ésta se sale de sus prioridades puesto que los seres humanos somos cada vez más egoístas, fríos, competitivos, individualistas y ambiciosos lo que nos inhibe de pensar en los demás y no nos importe el pasar sobre cualquier persona, con el fin de lograr nuestros objetivos sin tener en cuenta el dolor ajeno o la dura realidad en que viven muchas personas que también viven en nuestro mundo.
Antes de hablar de la solidaridad, debemos adentrarnos mejor en su significado: Se define a la solidaridad como la “adhesión circunstancial a la causa o empresa de otros”1. La raíz etimológica de la palabra hace referencia a comportamientos in solidum, es decir, que se unen los destinos de dos o más personas, lo cual deja implícito un cierto grado de compromiso entre ellas. Por lo tanto, la solidaridad está dada por una adhesión ilimitada y total a una causa, situación o circunstancia, que implica asumir y compartir por ella beneficios y riesgos.
La solidaridad es uno de los valores más importantes, uno de los valores humanos
por excelencia, en cuál consiste en ayudar a nuestro prójimo, para conseguir un objetivo sin esperar nada a cambio, debemos ser solidarios, pues éste es el camino para tener un mundo mejor, la pobreza terminaría si todos fuéramos solidarios, y, compartiéramos nuestras cosas con la gente pobre, en especial deberían de dar las personas de este mundo que tienen mucho poder económico. Pero, bueno aunque nosotros no tengamos poder económico, podemos dar mucho de nosotros mismos, lo que podamos a las personas que necesitan ayuda. Debemos de preocuparnos por nuestros semejantes sobre todo el que sufre, el que esta fuera de las oportunidades.
Pero en esta sociedad que cada vez está más arraigada a que cada quien está encerrado en su objetivo principal, se preocupe por su bienestar personal y familiar. Y es por eso que se encuentra invadida de problemas sociales como la discriminación y desigualdad, etc., que afectan en gran medida.
A continuación, veremos la importancia que tiene llevarse bien con los otros, las ventajas que nos reporta al practicarla y cuáles son las dificultades que nos impiden llevarla a cabo.
1 Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22.a ed.). Madrid, España.
¿Cuál es la importancia de ser solidarios?
En la actualidad vivimos en una sociedad demasiado competitiva, las personas parece que se preocupan únicamente por sí mismas y por acaparar bienes materiales meramente innecesarios, en consumir compulsivamente y mirar como rivales a los demás seres humanos. Es importante practicar la solidaridad para así poder cambiar los valores imperantes en la sociedad en la que vivimos, acabar con el individualismo, el consumismo, con la competitividad, los odios, miedos, violencia, racismo, violencia de género, tantas injusticias sociales, tantas guerras, acabar con las dictaduras que atentan contra la libertades de los pueblos, de las personas. Debemos de recuperar los valores humanos, la solidaridad internacional, la justicia social, la defensa de los derechos humanos, la igualdad, la libertad, entre todos los países y personas.
Todos las personas, todos los países, nos enriquecemos mutuamente, todos en este mundo merece ser felices, libres y recibir y dar amor y ser respetados sus derechos humanos y su libertad, para así de esa manera ser felices nosotros mismos. "Buscando el bien de nuestros semejantes, encontraremos el nuestro”2. Siempre tendemos a pensar que cuando compartimos nuestro tiempo o nuestros conocimientos nos empobrecemos porque los demás se quedan con algo nuestro pero, en realidad, ocurre exactamente lo contrario. Cuanto más damos, más recibimos, es una ley que se cumple invariablemente, pero difícil de entender.
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