Epopeya sobre el bravo y fuerte, Set
Enviado por sersh151294 • 4 de Febrero de 2013 • Informe • 354 Palabras (2 Páginas) • 433 Visitas
En la antigua y sombría tierra del inframundo a la que había descendido nuestro héroe a buscar a su amada en contra de la poderosa hidra a buscar a su amada.
El valeroso y poderoso Seth que había caminado por meses por la calzada donde ya caminaban las almas en pena gimiendo de dolor y purgando sus penas.
Con la fuerza que le daba el amor por buscar a la bella y dulcísima Isabel; no importándole no haber comido ni bebido nada.
Al llegar a donde yacía la bestia de 6 cabezas, Seth desenvaino su espada y gritándole con una voz que despertaba muertos, dijo:
-SETH: “¡Hidra devuélveme a mi amada!”, “pues de otro modo bajo tus pesares caerá la desdicha y desgracia de perecer”.
-HIDRA: (con su ímpetu y arrogancia característica de dicha bestia tan imponente) le contesto: “Intentadlo si queréis pero mis colmillos terminaran clavados en tu ya inerte corazón”.
Entonces de un zarpazo la bestia se arrojó sobre el héroe con todas sus cabezas. No contando que la espada que Seth tenía era un regalo de la mismísima Era diosa del amor y la prosperidad; dada al ser demostrado el amor de la pareja.
De modo que los poderes regeneradores de la feroz bestia no podían ser usados y con un corte letal Seth le voló 3 cabezas. Ya la bestia herida y sin poder regenerarse soltó un zarpazo a nuestro héroe, casi hiriéndolo de muerte.
La bestia ya confiada de que nuestro héroe yacía herido o quizás moribundo quiso sorprenderlo con un ataque a traición propia de aquellas criaturas rastreras.
Pero al intentar dicho ataque nuestro héroe clavo su espada en el negro corazón de la bestia dando muerte a dicho monstruo.
Entonces al ver el valor y la fortaleza mostrada; Zeus aquel dios todo poderoso y arrogante restauro sus fuerzas y curo sus heridas.
Después de esto Seth rescato a su amada que al verlo se arrojó a sus brazos diciendo:
-ISABEL: “¡Seth, mi amor!” “ya te hacia muerto y pensaba que mis pesares iban a ser eternos”.
-SETH: “Mi dulcísima Isabel gracias al favor de los omnipotentes dioses al fin podemos ser felices”.
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