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Etica y razonamiento moral.


Enviado por   •  24 de Noviembre de 2013  •  Ensayo  •  11.711 Palabras (47 Páginas)  •  383 Visitas

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Etica y razonamiento moral. Dilemas morales y comportamiento ético en las organizaciones

por

Luisa Montuschi

“Without civic morality communities perish; without personal morality their survival has no value.”

Bertrand Russell

"Principles without traits are impotent and traits without principles are blind."

William Frankena

“Those are my principles, and if you don't like them... well, I have others.”

Groucho Marx

I – Metaética y ética normativa

En la vida cotidiana, en las relaciones sociales y personales, en la vida política, en las relaciones laborales, en los negocios y en prácticamente todas las facetas de la actividad humana encontramos frecuentes referencias a hechos o cuestiones que son calificados como “buenos”, “correctos”, “malos”, “incorrectos” o que mencionan los “deberes”, las “obligaciones”, los “derechos” o las “virtudes”. Los enunciados que contienen estas expresiones son enunciados valorativos que corresponden al campo de la ética.

La ética o filosofía moral es la disciplina que justamente se ocupa de aquello que es moralmente bueno o malo, correcto o incorrecto. Es la rama de la filosofía que evalúa el comportamiento humano y, en tal sentido, sistematiza, defiende y recomienda criterios referidos a comportamientos correctos e incorrectos. Dentro del campo de la ética los filósofos habitualmente diferencian tres ramas: la metaética, la ética normativa y la ética aplicada.

La metaética se ocupa del análisis del sentido y justificación de los conceptos éticos. En esta actividad se plantean cuestiones de tipo metafísico, psicológico y lingüístico. Las cuestiones metafísicas se refieren a la posibilidad de descubrir si los valores morales constituyen verdades eternas independientes de los seres humanos o si resultan ser simplemente convenciones humanas.

El realismo moral sostiene que los principios morales tienen un fundamento objetivo que trasciende las meras convenciones humanas. Desde este punto de vista, asociado con Platón y sus seguidores , se acepta que los valores y principios morales serían entidades abstractas que existirían en un dominio espiritual, no estarían sujetos a cambios y serían aplicables en todo el universo. Otro punto de vista, calificado como voluntarista, sostiene que los valores morales se derivan de la voluntad divina.

La posición del escepticismo moral niega, en cambio, cualquier status objetivo a los valores morales que, en consecuencia, encuentran su fundamento sólo en convenciones humanas. Así, por ejemplo, el relativismo moral los condiciona a la cultura vigente y a las convenciones sociales que en la misma se desarrollan.

Otro tipo de cuestiones de las que se ocupa la ética son las psicológicas . En este caso se trata de analizar cuales son las motivaciones que impulsan a los seres humanos a comportarse moralmente. Existe un conjunto de explicaciones obvias y, en cierto modo superficiales, para esta cuestión. Los seres humanos buscan evitar castigos, recibir alabanzas, lograr la felicidad o ser aceptados socialmente. Sin embargo, la psicología moral pretende encontrar respuestas menos triviales investigando respecto de las motivaciones morales más profundas. De acuerdo con Aristóteles los seres humanos tienen una capacidad intuitiva que les permite aprehender el propósito último de la existencia y alcanzar la felicidad. Santo Tomás de Aquino denominaba synderesis la facultad que permite a los seres humanos alcanzar la intuición de sus obligaciones morales. Se trataría de algo así como una “conciencia moral natural” que permite reconocer a normas que estarían incorporadas en la naturaleza misma de los individuos. Una posición bastante distinta es la sostenida por Thomas Hobbes para quien todos los actos humanos están inspirados por intereses propios individuales. Esta posición se conoce como el egoísmo psicológico y a la misma se contrapone el llamado altruismo psicológico para el cual existen algunos actos humanos motivados por una benevolencia instintiva.

¿Cuál sería entonces el rol que la razón cumple en el comportamiento moral? De acuerdo con David Hume, y en oposición a las pretensiones racionalistas, sólo las emociones motivan a actuar moralmente ya que “reason is, and ought to be, the slave of passions” . Por otra parte, Kant sostuvo exactamente lo contrario ya que creía que las verdaderas acciones morales se basan sólo en la razón cuando está libre de emociones y deseos.

La ética normativa se ocupa de evaluar los elementos o principios morales presentados por la metaética y formular criterios que permitan justificar las reglas y juicios que se presenten acerca de lo que es bueno y correcto. En definitiva, se trata de poder llegar a establecer un criterio final de conducta moral que pueda ser aceptado por todos. Se trataría de llegar a una suerte de universalismo en ética basado en alguna variante de la regla de oro que, en su versión cristiana sostiene “haz a los otros lo que quieras que te hagan a ti” o, en forma de prohibición “no hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”. Sin embargo, a pesar de la búsqueda de principios éticos de carácter universal no se ha podido llegar a un consenso respecto de cuales serían los mismos . A pesar de ello, resulta útil distinguir entre distintas teorías normativas que se diferencian porque en cada caso derivan valores morales de deberes o de derechos o, como en la teoría de las virtudes, donde se enfatiza y se ubica el mayor valor moral en la formación del carácter de las personas.

De acuerdo con las teorías deontológicas la moralidad de basa en principios fundamentales de obligaciones que los seres humanos tienen que cumplir con independencia de las consecuencias que puedan derivarse de sus acciones. Por eso tales teorías se pueden denominar también como teorías no consecuencialistas. Se han distinguido cuatro tipos de teorías deontológicas .

La primera teoría es la teoría de los deberes, vinculada especialmente con los nombres de Hugo Grotius (1625) y Samuel Pufendorf (1672). De acuerdo con estos filósofos existe un conjunto numeroso de caracteres que las personas tienen el deber de adquirir por leyes de la naturaleza. Esos deberes pueden ser deberes hacia Dios (honrarlo, servirlo y rezarle), hacia uno mismo (preservar la vida, buscar la felicidad y desarrollar talentos) y hacia otros. En este último caso se pueden distinguir deberes familiares (honrar a los padres y cuidar al cónyuge y a los hijos), deberes sociales (no dañar a otras personas, cumplir las promesas y ser benevolente) y deberes políticos (obedecer las leyes y tener espíritu cívico).

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