Felicidad
Enviado por alejandraaaa123 • 3 de Diciembre de 2014 • 386 Palabras (2 Páginas) • 211 Visitas
Hace no mucho tiempo, cuentan las hadas de la tierra de los sueños la historia de un desdichado gnomo que vivía solo y triste, o al menos eso creía él. Perseguido por sus miedos, prefería esconderse detrás de sus puertas cuando alguien se acercaba a quererle tocar para poder hablar, temeroso como siempre, exclamaba en tono de enojo:
- ¡Fuera de aquí! ¡Qué es lo que quieres! ¡Vete! –Creyendo que todos los habitantes de la ciudad de las fantasías lo repudiaban por ser el único gnomo de por ahí.
Todas las mañanas se despertaba infelizmente, pensando en que sería otro día en el que la pasaba sin un solo amigo.
Cuando iba a la escuela, a la hora de salir a jugar al patio y almorzar, se sentaba en un viejo roble a observar como los demás se divertían tanto, preguntándose siempre ¿qué era la felicidad? .
Minutos antes de entrar de nuevo al salón de clases, dibujaba la sonrisa más encantadora que había encontrado entre sus compañeros y compañeras, de ésta manera, esperaba entender el significado de ser feliz, pero nunca fijándose en la suya.
Meses después, en una ocasión, llegaron a su aula un hada y una princesa, a las cuales miró tímidamente mientras se escondía debajo de su pupitre. Nuevamente, a la hora del patio, sentado en aquel viejo árbol, viendo a los demás, la princesa se percató de que el gnomo estaba solo y parecía triste,
entonces decidió acercarse a él y preguntarle:
– ¿Por qué estás tan solo amigo?
El gnomo sorprendido, con la cara sonrojada, levantó la mirada y vio algo que lo dejó mudo, no podía creer que una princesa con ese rostro tan bello fuera a hablarle tan amablemente. Más tarde la princesa volvió a insistir para conversar con él, se sentó al lado suyo, susurrándole al oído con la sonrisa más tierna:
– No pienses que porque gnomo seas, alguien te hará daño, tienes algo que te hace especial y es ser el único gnomo de por aquí. ¿Podemos ser amigos?
Por primera vez, el pequeño personaje escuchó una voz que le dio el verdadero motivo por el cual uno es feliz, haciendo un gesto que jamás en su vida se le ocurrió hacer. Se dio la vuelta para verla y por fin, aunque con una lágrima en la mejilla, pudo sonreír sin ninguna pena.
FIN
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