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Fábulas de animales


Enviado por   •  20 de Octubre de 2014  •  Informe  •  387 Palabras (2 Páginas)  •  255 Visitas

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FABULAS:

La zorra y las uvas

Viendo una zorra unos hermosos racimos de uvas ya maduras, deseosa de comerlos, busca medio para alcanzarlos, pero no siéndole posible de ningún modo, y viendo frustrado su deseo dijo para consolarse: Estas uvas no están maduras.

De a entender esta fabula que a veces se manifiesta no apetecer lo que se ve imposible de conseguir.

El hacha y el mango

Habiendo un hombre fabricado un hacha, pidió a la selva que le diese madera fuerte de que hacerle un mango. Concedida por la selva su petición puso el mango a la segur y comenzó a cortar aquí y allí los árboles que más le agradaban, lo cual viendo la encina, es fama dijo: Bien merecido lo tenemos, pues dimos al hombre la madera para servirse del hacha.

No se debe dar armas a los enemigos, pues seguramente se servirán de ellas contra nosotros.

El pastor mentiroso

Un pastor que apacentaba sus ovejas en una montaña, pedía muchas veces socorro a los labradores que trabajaban en los campos vecinos, gritando que venía el lobo: acudiendo estos a su socorro nada encontraban, y se volvían a su trabajo. Habiendo el pastor repetido esto varias veces, y conociendo los labradores la burla, vino un día el lobo efectivamente y entro en su rebaño. Entonces el pastor pidió socorro con grandes gritos, pero los labradores, pensando que se burlaba, no fueron a socorrerlo, y así el lobo mató muchas ovejas.

Al que acostumbra mentir, nadie le cree aun cuando diga la verdad.

La gallina y los huevos de oro

Tenía cierto hombre una gallina que cada día ponía un huevo de oro, y creyendo encontrar en las entrañas de la gallina una gran masa de oro, la mató; mas al abrirla vió que por dentro era igual a las demás gallinas; de modo que impaciente por conseguir de una vez gran cantidad de riqueza, se privó el mismo sin fruto de las abundantes que la gallina le daba.

Es conveniente estar contentos con lo que se tiene, y huir de la insaciable codicia.

La alondra

Una alondra que había caído en un lazo se lamentaba así: �Ay! de mí, infeliz avecilla, no he tomado ni oro ni plata ni cosa alguna preciosa, solamente un grano de trigo me ha traído a la muerte.

Esta fábula amonesta a los que por cosas de ningún valor se exponen a graves peligros

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