Fábulas de escritor griego Еsopo
Enviado por luceritochaps • 26 de Septiembre de 2014 • Informe • 912 Palabras (4 Páginas) • 315 Visitas
Esopo fue un escritor de fabulas griego. Ha escrito muchas historias con animales como protagonistas y una enseñanza.
El zorro y el pan
Había una vez un zorro que llevaba un pan en su cabeza que había conseguido. En el camino, empezó a pensar que iba hacer con el pan. Perdido en sus pensamientos, los cuervos empezaron a picotear el pan comiéndoselo. Decepcionado se lo cuenta a su mamá y ella le dice:
Moraleja: “No cuentes las gallinas antes de que nazcan”.
El lobo, El Cazador y Las Ovejas
Había una vez un lobo que estaba merodeando por un rebaño. Las ovejas con temor van a donde está un cazador para que las proteja. El cazador, muy listo, se viste de oveja para atraer al lobo. El lobo hambriento se lleva a la oveja, de momento el cazador revela su identidad y lo mata.
MORALEJA: “Las apariencias engañan”
El ratón y el queso
Había una vez un ratón que se llevaba todos los quesos que encontraba. El los admiraba y nunca se los comía. Llegó un día de hambruna y el ratón no quería gastar su queso y se murió de hambre.
MORALEJA: “Ganancias que no se usan es mejor que no exista”
- El águila y el escarabajo
Estaba una liebre siendo perseguida por un águila, y viéndose perdida pidió ayuda a un escarabajo, suplicándole que le salvara.
Le pidió el escarabajo al águila que perdonara a su amiga. Pero el águila, despreciando la insignificancia del escarabajo, devoró a la liebre en su presencia.
Desde entonces, buscando vengarse, el escarabajo observaba los lugares donde el águila ponía sus huevos, y haciéndolos rodar, los tiraba a tierra. Viéndose el águila echada del lugar a donde quiera que fuera, recurrió a Zeus pidiéndole un lugar seguro para depositar sus futuros pequeñuelos.
Le ofreció Zeus colocarlos en su regazo, pero el escarabajo, viendo la táctica escapatoria, hizo una bolita de barro, voló y la dejó caer sobre el regazo de Zeus. Se levantó entonces Zeus para sacudirse aquella suciedad, y tiró por tierra los huevos sin darse cuenta. Por eso desde entonces, las águilas no ponen huevos en la época en que salen a volar los escarabajos.
Nunca desprecies lo que parece insignificante, pues no hay ser tan débil que no pueda alcanzarte.
- El avaro y el oro
Un avaro vendió todo lo que tenía de más y compró una pieza de oro, la cual enterró en la tierra a la orilla de una vieja pared y todos los días iba a mirar el sitio.
Uno de sus vecinos observó sus frecuentes visitas al lugar y decidió averiguar que pasaba. Pronto descubrió lo del tesoro escondido, y cavando, tomó la pieza de oro, robándosela.
El avaro, a su siguiente visita encontró el hueco vacío
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