H. G. WELLS Y LA MÁQUINA EL TIEMPO

H. G. WELLS Y LA MÁQUINA EL TIEMPO

H. G. Wells acababa de terminar de construir su más preciado sueño: una máquina del tiempo que le permitirá viajar al pasado. Ese mismo día y cuando está buscando compañeros para realizar el primer viaje, recibe una petición de Orson Welles, un todavía desconocido autor teatral, para que acuda a una conferencia de prensa con motivo de la recreación radiofónica de su novela "La guerra de los mundos". Allí ambos se hacen amigos y deciden realizar juntos el viaje al pasado, justo al Folies Bergere, un cabaret de París en donde actúa la famosa Mata-Hari. Su propósito: evitar que la fusilen por espía unos días después.

Pero el destino juega sus cartas extrañamente y Orson Welles no puede realizar ese viaje pues acaba de recibir una carta para rodar "Ciudadano Kane". En su lugar viajará un personaje no menos interesante, un actor conocido como Humphrey Bogart, quien prefiere vivir esa aventura que asistir a la fiesta que su nueva esposa le ha preparado. Cuando ambos llegan a París conocen a dos pintores que están tratando de salir del anonimato, Monet y Picasso, y entre todos diseñan un plan para rescatar a la bella Mata-Hari.

Ell segundo viaje en el tiempo lo realiza H. G. Wells en compañía de Groucho Marx, un actor cómico que no acaba de creerse nunca las maravillas de esa máquina, pero que al menos pone su sentido del humor para que todo sea más divertido. Aprovechan para acudir a Wall Street justo el día antes del caos financiero que hundió la bolsa y sacar todos sus ahorros, festejando su buena suerte en un restaurante italiano. Cuando aún no han terminado de comer, la banda de Al Capone aparece súbitamente y deben ponerse a salvo de las ráfagas de ametralladora que amenazan con matar a todos los comensales. Afortunadamente llega la policía y detiene a todos, incluidos a Wells y Groucho, siendo encerrados en la temible prisión de Alcatraz, donde sobrevivir es más difícil que escapar.

El tercer y último viaje en el tiempo es ahora a Egipto, a la tumba del rey Tutankamón, justo el mismo día en que fue descubierta. Cuando los sellos son abatidos por la piqueta y los arqueólogos entran en las profundidades de la tumba, nuevos peligros acechan a Wells, ahora a causa de la maldición de los faraones.

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