Habla Tarzan

Prueba 1

“Habla Tarzán”

Este pasaje pertenece al libro “Criaturas del aire”, escrito por Fernando Sacater. El pasaje es un monólogo de “Tarzán”, en el que libera sus pensamientos y deseos, y nos da a comprender la situación en la que se encuentra. Tarzán toma una decisión entre volver a sus orígenes, que es la choza que construyeron sus padres y volver a ver a Jane, la mujer que le enseño como leer y escribir, o quedarse con los animales que lo criaron. Sus opciones parten de su seguridad con su lado civilizado, humano y pasado, y su lado animal con la inseguridad y el terror, pero con lo que se siente mas identificado.

Al momento en que Tarzán empieza a narrar detalladamente sobre la selva y la incertidumbre que el siente sobre esta, se puede inferir que el, mas que nada, quiere encontrar la choza para volver a vivir su lado humano, en especial por la idea clave que nos da Tarzán de sus alrededores y lo que el siente, que es el pánico, pero a la vez detalla lo genial de la selva, las fragancias que lo cautivan y lo mantienen unido a su hábitat presente, en donde creció y vivió toda su vida. Tarzán define ese pánico paralizante con 2 situaciones, la de la civilización en un citadino, y la de la selva en un hombre salvaje como el.

El pánico selvático lo define como “el lacerante trallazo que marca a fuego la espina dorsal, desorbita los ojos hasta la ceguera y abruma con su almohadón de plomo el pecho sin aliento”, algo que a la vez nos hace pensar, que esta sintiendo este pánico desde su parte humana, no solamente la animal. Tarzán siente la selva como si el fuera un hombre, no un animal, aún temiéndole a las cosas pequeñas, a la incertidumbre que le da la naturaleza de esta.

Los recursos narrativos que utiliza Sacater, principalmente el de la repetición, marcan que los sentimientos de Tarzán son lo mas importante del pasaje. La palabra “pánico” es usada varias veces, ya que Sacater quiere hacer énfasis en el miedo de Tarzán. La metáfora también juega un recurso importante, ya que representa a Tarzán como un animal, pero a la vez humano, representándolo como “un joven simio de piel desnuda”. A final de cuentas, Sacater nos da a entender que Tarzán aún tiene un poco de persona dentro de él, pero su lado salvaje lo llama.

Para concluir, quisiera recalcar que este texto, como fragmento de un monólogo, hace que las ideas y emociones de Tarzán sean proyectadas fuertemente al lector, como si el lector mismo fuera Tarzán, pensando en su destino y las consecuencias que podría conllevar la decisión que tome.

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