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Hemos hablado de que siempre leemos con un propósito


Enviado por   •  11 de Abril de 2017  •  Tarea  •  4.438 Palabras (18 Páginas)  •  255 Visitas

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Sesión 8: Ejercicios (4)

Introducción

Hemos hablado de que siempre leemos con un propósito. A continuación se presentan algunos de los propósitos más comunes en el ámbito escolar y laboral.

1. Localizar datos estadísticos

2. Encontrar la descripción de un suceso

3. Verificar un método para preparar un producto

4. Encontrar los detalles de un experimento

5. Identificar los ejemplos de un concepto

6. Seleccionar e identificar los puntos principales para resumirlos

7. Abstraer el tema principal

8. Evaluar el estilo del autor

9. Identificar la estructura del argumento del autor

10. Evaluar el punto de vista del autor sobre un aspecto teórico

11. Evaluar la importancia de algunas imágenes.

12. Inferir los detalles no evidentes.

Los propósitos 1, 2, 3, 4 y 5 implican la lectura del texto en busca de respuestas literales. Los propósitos 5 y 7  demandan habilidades de identificación y selección.

Los propósitos 8 al 12 requieren de la  identificación y selección de elementos relevantes seguidos de un juicio, reorganización y síntesis.

Como se puede observar, los propósitos 6 al 12 demandan habilidades mucho más complejas. Una estrategia de búsqueda continua hacia partes anteriores y posteriores del texto.

La tabla siguiente presenta una taxonomía de propósitos que puede ayudar al lector a determinar el tipo de operaciones mentales y las habilidades de comprensión particulares que él necesita usar en relación con un texto.

Una clasificación de habilidades de comprensión

5. Extrapolación

Inferencias que trascienden al texto.

Implicaciones en otras situaciones.

Divergencia con las ideas del autor.

Uso de la imaginación.

Formulación de hipótesis.

4. Evaluación

Apreciación de opiniones y argumentos.

Crítica de estilo, juicios acerca del tema.

Detalles.

Evaluación del valor e importancia del mensaje.

3. Apreciación

Apreciación del estilo, modo, sutilezas.

Estructura del texto y selección de palabras.

Metáforas, analogías, similitudes.

Calidad de la retórica e imágenes.

Respuesta estética.

2. Reorganización: análisis y síntesis

Identificación de las ideas y su reestructuración en una síntesis.

Clasificación de ideas.

Paráfrasis.

Interpretación del punto de vista del autor.

1. Literal

Identificación y memoria de detalles, ideas, hechos, opiniones, conceptos, instrucciones, ejemplos, críticas y claves en el texto

En conclusión, siempre que leas para aprender, ten en mente los aspectos siguientes:

1. Define los propósitos de la lectura

2. Relaciona los propósitos con las habilidades necesarias para lograrlos

3. Haz lo mismo con las estrategias que necesites emplear. Esto puede ayudarte a pensar en los propósitos de lectura en términos de palabras “imperativas”

EJERCICIOS

Texto 1

Con base en el siguiente texto, conteste los reactivos que se presentan a continuación.

Una sombra en el espejo

 [1]

Siempre que ordeno mi clóset me encuentro un montón de zapatos que no uso. Cuando he intentado tirarlos o regalarlos me arrepiento y los devuelvo a su lugar. El absurdo se justifica por mi superstición: Mientras conserve esos zapatos podré volver a las etapas de mi vida con que están asociados.

[2]

Me gustaría tener la misma relación con los paraguas. Es imposible porque todos los pierdo. Cuando empieza la temporada de lluvias tengo que comprarme uno. En cuanto me encariño con él lo extravío. Nunca hago nada por recuperarlo. Quizá se deba a que son demasiado corrientes o a que pienso que su destino es bogar en la lluvia. Por eso me llamó la atención oírme decir: “Tengo que volver al restaurante, olvidé mi paraguas”.

[3]

Fue difícil rechazar la gentileza de mis anfitriones, que insistían en acompañarme, pero logré quedarme sola para reencontrarme con ese espacio del que había estado ausente más de diez años. La modificación de las calles, los nuevos edificios, las casas demolidas, se encargaron de cobrarme mi abandono, haciéndome sentir extraña en el sitio al que me ligaron recuerdos familiares y, sobre todo, la memoria de Aurelio. Me hice la pregunta inevitable: “¿Qué habrá sido de él?” Tal vez había realizado el proyecto que compartimos de jóvenes como espacio de un destino común: Comprar un terreno, construir una casa y formar una familia.

[4]

Sentí algo parecido a los celos cuando me asaltó la idea de que quizá estaría realizando nuestro sueño con otra mujer, tuve la certeza de que estaba casado. Probablemente le habría hablado a su esposa de mí, de nuestras caminatas bajo la lluvia perpetua que aísla y protege a San Andrés Cholula con tanto celo como las montañas que lo rodean. Si ella advirtió alguna emoción en el relato, de seguro inquirió por el motivo de nuestra separación.

[5]

La pregunta tuvo que haberse quedado sin respuesta porque yo misma nunca le di una explicación.

[6]

Ocurrió durante las vacaciones. Cuando Aurelio fue a despedirme, me alejé por el camino asfaltado. No le mentí al decirle: “Nos vemos en septiembre”. Sin embargo, pasaron diez años para que yo regresara. La capital me atrapó... su figura, su voz, se fueron diluyendo como un terrón de azúcar en el café. Muchas veces tuve la intención de escribirle y explicarle lo que me estaba sucediendo; pero la debilidad de mis argumentos me orilló a destruir las cartas.

[7]

Al final suspendí ese diálogo silencioso.

[8]

Llegué al restaurante. A sesenta minutos de mi primera visita, me pareció diferente, mucho más animado y agradable. Me sobresaltó escuchar una voz: “Uy, ¿regresó tan pronto? ¡Qué bueno, qué bueno! Eso quiere decir que le gustó el lugar. ¿Qué le servimos?” Me tranquilicé en cuanto reconocí al mesero que, en mangas de camisa y con mandil blanco, nos había atendido apenas una hora antes. “Nada, gracias. Lo que pasa es que olvidé mi paraguas, ¿me permite entrar a buscarlo?”

[9]

Él mismo me condujo hasta el saloncito interior. Mientras nos habríamos paso entre las mesas demasiado juntas teorizó acerca de los paraguas: “Yo no sé qué tienen, todo el mundo los pierde. Y si no me cree, pregúntele a cualquiera de las personas que están aquí”. En ningún momento se volvió a verme. No esperaba respuesta alguna.

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