Historia de un personaje

12 de enero

Aquella niña en su cuarto, durmiendo plácidamente en su cama.
Aquel niño apenas despertando.
Aquellos padres más ocupados que nunca.

    Tocan la puerta de aquella niña que dormía plácidamente, ella la abre y justo cuando iba a mirar quien tocaba la puerta sintió unos brazos rodearle el cuerpo, a lo que ella pensó que era su hermano, ya que la lista de quienes le tocaban la puerta se reducía a su hermano y a los sirvientes que tenían

-Feliz cumpleaños hermanita-le dijo al oído

     A aquella niña se le había olvidado por completo que ese día era su cumpleaños.

-Gracias hermanito-dijo separándose de su hermano.

- ¿Quieres ir a desayunar? -pregunto su hermano.

- ¿Estarán nuestros padres? -pregunto mirando al suelo.

-Amm...-aquel niño se rasco su nuca pensando en que responderle a su hermana-Eso creo, tú sabes que están muy ocupados.

En un ataque de enojo de esa niña dijo:

-Lo sabía, jamás están en mi cumpleaños, siempre por que están ocupados, pero SIEMPRE-recalco el siempre, a este punto ya tenía lágrimas en sus hermosos ojos grises-están en el tuyo, jamás han querido estar conmigo, siempre ha sido tú,tú tú y más tú, soy la desgracia de la familia, jamás quisieron una mujer de descendencia-aquella niña decía ya dejando caer esas pequeñas lágrimas. El niño no sabía que decir, él sólo miraba el piso, pensando en cuanta verdad tenía su hermana- ¡Mírame cuando te hablo! -El niño alzó la mirada y vio como esas pequeñas lágrimas de tristeza se convertían en una mezcla de enojo y aflicción, ella lo vio y bajo la cabeza con arrepentimiento de haberle gritado y desahogado con él.

     Podemos decir que aquella niña con apenas 11 era demasiado madura, mucho más madura que su hermano que ya estaba en su segundo año de Smitchers, la escuela más prodigiosa de todo Londres.

-Hey, cálmate-dijo limpiando las lágrimas a su hermana-te prometo que la pasarás muy bien, aunque sea sin nuestros padres, te la pasarás bien conmigo y tu mejor amigo-dijo levantando la cara de su pequeña hermana para que lo mirará.

     Su único amigo, su mejor amigo, este es llamado Dylan Green, los padres de ambos son amigos y como era de esperarse estos pequeños se hicieron mejores amigos con el tiempo. Green y Daniels siempre se escriben cartas para contarse las buenas nuevas y también las malas.

     En ese momento Sarah salió corriendo a desayunar con su hermano tomado de la mano para que la siguiera, llegaron y vieron un manjar, y al segundo empezaron a desayunar.

     Ambos al terminar se estaban levantando de la mesa para ir a sus cuartos a arreglarse y cepillarse los dientes cuando llegan sus padres.

-Feliz cumpleaños, Alexandra-dijeron ambos, el segundo nombre de Sarah era Alexandra por Alexandra Green y, por último, si, los padres de Sarah llamaban a sus hijos por los segundos nombres, ambos decían que se notaba más elegante.

-Gracias madre, gracias padre-Sarah asintió con la cabeza, en forma de agradecimiento.

-Buenos días Ben, querido-dijeron ambos.
-buenos días, padres-asintió con la cabeza Kyle.
Sarah había salido del comedor cabizbaja.

    Su hermano al instante supo el por qué, como antes Sarah había dicho, preferían a su hermano.

    Sarah fue a su habitación a arreglarse para su pequeña fiesta, luego tomo un libro y se fue al gran salón para leerlo mientras esperaba la venida de su mejor amigo.

     Tiempo después, el sonoro timbre de aquella mansión acababa de sonar dando así a entender que los Green's estaban presentes, los sirvientes dejaron entrar a esta importante familia a la mansión Daniels. El Sr. y Sra. Green habían entrado al gran salón en compañía de su hijo y los sirvientes quienes les trajeron algo para beber mientras esperaban a el Sr. y la Sra. Daniels con su hijo, ya que Sarah se encontraba en el gran salón, antes leyendo, ahora hablando con los Green's, más específicamente con Dylan, su mejor amigo, pero estaba claro que si respondía a las preguntas generadas por el Sr. y la Sra. Green.

     El Sr. y Sra. Daniels con su hijo bajaban las escaleras con elegancia, aunque los que estuvieran grandes amigos en el gran salón no dejarían de lado su elegancia, cuando llegaron a los sillones, los Green's y Sarah se levantaron para saludar como se debía, o bueno como el Sr. Daniels le había inculcado a Sarah y Kyle.

-Bienvenidos, Eric, Alexandra, Dylan-Dijo la Sra. Daniels dando un beso en la mejilla a los nombrados-Siéntanse como en casa.

- ¿No se suponía que ellos estarían ocupados todo el día? -Sarah le susurro a su hermano.

-Lo están, creo que la Sra. y el Sr. Green se van en un rato, según nuestros padres solo vinieron a dejar a Dylan y luego se irían-le susurro de vuelta su hermano.

-No, querida-dijo la Sra. Green interrumpiendo los susurros de los hermanos-Nosotros solo dejamos a Dylan, sabemos que están ocupados.

-Vendremos por Dylan a la hora del crepúsculo-Dijo Eric con su elegante voz que llegaba al punto de ser tan fría que estremecía los bellos de Sarah.

-Oh queridos, como ustedes deseen-Dijo la Sra. Daniels.

-Ustedes saben bien que acogeremos a su hijo como si fuera nuestro- Sonrió el Sr. Daniels.

     Tiempo después de que los Green's se hubieron despedido de su hijo y de la familia Daniels los tres chicos decidieron ir al gran jardín trasero.

-Tengo una idea, que tal si jugamos con globos de agua, todos contra todos y el primero que se quede sin globos pierde-Dijo Dylan, Sarah lo miro con una gran sonrisa y asintió eufórica- ¿Qué piensas Kyle? -Lo miro con un brillo en los ojos para que dijera que sí. 

...