Importante simbolismo en la escena de los desechos

                Importante simbolismo en la escena de los desechos

 “Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueno intranquilo, se encontró en su cama transformado en un repugnante bicho”. Esta cita pertenece al libro “La metamorfosis de Franz Kafka” y cabe recalcar que fue una de las obras maestras de los años 1915-1916.  Esta obra representa, la denuncia hacia la deshumanización que apena al hombre en la sociedad. Además esta obra anticipa muchos rasgos de la novela existencialista y da a entender las relaciones familiares del escritor y sus sentimientos hacia la vida que llevaba.  El narrador describe la vida de Gregorio como un sustento para la familia, sin embargo la familia no valoraba el esfuerzo de Samsa hacia ellos y al final lo dejan morir solo. Gregorio no se da cuenta de esto hasta cierta escena, que aunque se podría considerar poco importante, tiene gran relevancia.  Esta escena produce un cambio en el sentido de su vida, porque comenzando con dominar mejor su cuerpo de insecto, se acostumbra como tal, entonces revela una aceptación por parte de él y su familia.  Por lo tanto se podría determinar que a partir de la escena de los deshechos, muestra Gregorio la aceptación de su estado actual y la degradación final de su persona.  El sentido humano se va perdiendo mientras el come los deshechos, traídos por su hermana y su final se acerca.

Al principio cuando Greete, hermana de Gregorio, fue a alimentarlo con comida natural y aparte también comida putrefacta, Gregorio sintió un alivio, porque estaba hambriento, pero al probar bocado de los alimentos frescos, no concordó con su gusto. “Las comidas frescas no le apetecían, ni siquiera soportaba el olor,…” Entonces intentó degustar los desechos y los devoró sucesivamente. Esto explica su adaptación a su estado física y mentalmente.

La comida fresca representa sus gustos como humano y los desechos; como insecto.  Al comerlos admite sus gustos como insecto.  Al admitir esto, reconoce que prefiere las costumbres de insecto a las del humano. Él decide alimentarse de lo que se alimentaría un insecto real, quiere decir que su mentalidad se está alejando de lo humano y tornándose también en la de un insecto  real. Su frustración de la inferioridad que sentía hacia su familia, obliga a agradarle los desechos y rechazar lo digno de un humano.

Gregorio se deja llevar por el impulso del insecto dentro de él y que físicamente está representado en él. Entonces ya se va acostumbrando a lo que se convirtió. Y desde allí se puede distinguir el proceso de animalización mostrado en las siguientes acciones como: esconderse debajo del sofá, el progresivo aislamiento y la necesidad  de tener una habitación libre de objetos.  No obstante también hay escenas como la de la ventana o los muebles, cuyas demuestran un pequeño razonamiento humano.

Por ejemplo al aferrarse a la ventana rememora Gregorio, el ser humano que fue alguna vez, porque ya no queda nada de su persona; o al apegarse al último cuadro de su habitación debido a que es la única cosa que le queda que le recuerde a la humanidad. A todas estas cosas se aprehende, porque sabe que ya no encuentra sentido humano en su vida.

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