Integradora 1 etapa 1

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LITERATURA

Actividad de aplicación 

Lic. Jeniffer Sanchez Villarreal

  EQUIPO 2

Fátima Carbajal Hernandez

Aurora Hernandez Rivera

Glendy Pech Maldonado

Michelle Muñoz Vallejo

GRUPO 23    AULA 15

Son cerca de las nueve de la noche, Alejandro y Amelia ya se habían ido a dormir, pero yo seguía despierta, sentada en la sala de nuestra nueva casa, me sentía intranquila. Solo espero que mañana no nos vuelvan a hacer pasar un mal rato, era la primera vez que nos encontrábamos con la nueva familia de Alfredo, tuvimos una discusión, a Bertha no le había agradado mucho que estuviéramos ahí y nos reclamo que nos fuéramos, a lo cual yo me negué rotundamente, lo que provoco nuestra expulsión del cuarto.

En fin, seguramente las cosas estarían mejor si no volviéramos a verlos jamás, podría simplemente llevarlo a un ritmo menos apresurado, sin embargo, no resulto como uno esperaba que fuera.

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Ya es lunes en la mañana, once a.m. para ser mas exactos, mis hijos se alistaban para salir camino al hospital a ver a su padre, yo me encontraba en la cocina preparando su almuerzo y también picaba algo de fruta para llevarle a Alfredo, lo conozco tan bien para saber que la comida que le dan no le gusta en lo absoluto.

El sonido del teléfono inunda mis oídos, dejo de hacer lo que estoy haciendo, enjuago mis manos y después las seco con el trapo más cercano que tengo para después ir a contestar.

- ¿Diga? - pregunto.

- ¿Señorita Lopez? – interrogan al otro lado de la línea.

- Si, soy yo, ¿Quién habla?

- Disculpe, soy el medico del hospital que atendía al señor Torres.

- Claro… ¿necesita algo?, justo iba hacia el hospital

- Necesitamos que venga lo más pronto posible.

- De acuerdo.

Al llegar al hospital junto con Alejandro y Amelia, les ordené que fueran al área de espera mientras yo me dirigía a buscar al doctor y me preparaba mentalmente para lo que me fuera a decir.

Doy vuelta por el largo pasillo, en el cual encuentro a Bertha caminando tranquilamente con un vaso de café en la mano, la cual en cuanto me ve, tira el vaso y grita:

• ¡FUISTE TÚ!

Me quedo pasmada sin saber que decir, no sé a qué se refiere, solo me limito a apresurarme para encontrar al doctor.

• Señorita Elena- me llama el doctor.
• ¿Qué está pasando?-  pregunto alarmada
• Debo decirle algo lamentable- me dice con la mirada abajo- Desafortunadamente el señor Alfredo ah fallecido

Me quedo helada ante tal noticia, no sé qué decir, ¿Cómo es que esto ha pasado?, Alfredo ni siquiera estaba tan grave cuando lo vi.

• ¿Por qué?, ¿Cómo pasó?
• Aun no tenemos respuesta de eso.

me quedo meditando un poco lo ocurrido, hasta que me doy cuenta de que un grupo de doctores se acerca a su compañero a notificarle algo, mas no sé qué es puesto que más que hablar están susurrando, como si fuera un secreto.

...