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Korumblit


Enviado por   •  15 de Junio de 2015  •  2.818 Palabras (12 Páginas)  •  231 Visitas

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Reflexiones sobre lo heredado y lo adquirido

Alberto Kornblihtt

Capítulo 3 de “Desigualdad educativa. La naturaleza como pretexto”.S. Llomovatte y C. Kaplan (coords.). Ediciones Novedades Educativas (2005).

Este texto es una reelaboración de la intervención que realizara el autor en un workshop.El mensaje central de mi exposición es que no deberíamos conformamos con un discursoexclusivamente ideológico sobre lo heredado y lo adquirido, porque si bien puede serreconfortante, puede reasegurarnos y satisfacernos dar preponderancia a lo adquirido porsobre lo heredado, para poder fundamentarlo necesitamos de la experiencia, de laevidencia empírica, del conocimiento y de los avances recientes de la biología y de lagenética. La historia personal me enseñó que no es bueno quedarse en el discursoideológico sobre este tema. Fui educado en la escuela pública socializante de los años 60 yen una familia de clase media de izquierda, y era para mí natural y obvio que todos losseres humanos nacían con todas las capacidades como para llegar a los más altos nivelesde la educación superior, y que era el sistema económico-social el que producíadesigualdades y el que estigmatizaba a los grupos sociales. Cuando crecí y salí de eseámbito me di cuenta de que la mayor parte de la gente era profundamente determinista ylamarckiana, en el sentido de que tomaba por cierto la existencia de la herencia decaracteres adquiridos e hipervaloraba, sin conocimiento de causa, el poder de los genes.Tuve la suerte -quizás no fue suerte sino consecuencia de aquella educación primaria yfamiliar- de dedicarme a la biología y de poder comprobar que la realidad científica seoponía en gran parte a esa tendencia natural del pensamiento intuitivo; tendencia quequeda reflejada, por ejemplo, en la expresión "lo que natura non da, Salamanca nonpresta". Por lo tanto, creo que no debemos conformarnos con el discurso ideológico, con lopolíticamente correcto, en función de oponernos al pensamiento neoliberal, sino buscar entodas las disciplinas cuáles son los fundamentos reales que pueden poner a pruebanuestras creencias.Hay tres aspectos biológicos que quisiera definir. Es muy importante diferenciar locongénito de lo genético y de lo heredable. Lo congénito es aquello que le puede ocurrir alembrión o al feto durante la vida intrauterina, y no tiene por qué ser causado porcaracterísticas de los genes heredados de los padres, sino, por ejemplo, por situacionesvividas por la madre durante el embarazo o simplemente por fenómenos no controlablesconocidos como "ruido" del desarrollo embrionario. Lo genético está condicionado poralteraciones en los genes, pero no es necesariamente heredable. Por ejemplo, unmelanoma, un tumor de piel, tiene origen genético porque está producido por mutacionesen los genes de alguna célula de la piel que con el tiempo comienza a proliferaranárquicamente y genera un tumor. Pero ese cambio en los genes de esa célula no estransmitido a la descendencia porque no afecta a las células germinales (óvulos oespermatozoides). Es genético, pero no es heredable. Por último lo heredable, quesiempre es genérico, es lo único que podría ser tenido en cuenta para avalar una teoríapuramente determinista. Las alteraciones genéticas se transmiten mediante ciertas leyesde padres a hijos.En este contexto cabe preguntarse a qué se refieren las ciencias de la educación y laantropología social cuando hablan de innatismo. ¿Estamos hablando de cosas congénitas ode cosas heredadas? Es posible que existan niños más inteligentes, más motivados o máscapaces que otros, y sería irresponsable de nuestra parte negar esas diferencias. Lapregunta que cabe plantearse es a qué se atribuyen esas diferencias. Si las diferencias seatribuyen exclusivamente, y sin conocimiento de causa, a los genes que heredaron de suspadres y que a su vez están establecidos de manera predominante en la población, etnia ogrupo social al cual pertenecen, o si esas diferencias, que se pueden apreciar en el nivelindividual, fueron adquiridas durante el desarrollo en el medio ambiente en el cual estosniños nacieron o se criaron, en la vida intrauterina, y por lo tanto esas diferencias noserán transmitidas ni están acuñadas estigmáticamente en los grupos de pertenencia. El problema es que cuando se atribuyen esas diferencias a los genes, y se supone que dichosgenes están distribuidos asimétricamente en distintos grupos humanos, se terminanpostulando hipótesis deterministas como, por ejemplo, que ciertos grupos tienen un techointelectual y que no "vale la pena" INVERTIR DINERO en educación para esos grupos porqueestán "genéticamente" limitados. Exagerando, se podría atribuir a la constitución genéticala pobreza, la imposibilidad del acceso a la educación superior, la predisposición para eltrabajo manual poco remunerado, la vagancia, la desocupación, etcétera.Con respecto al tema de la inteligencia, voy a comentar algunas cosas superficiales. Acáse habló del cociente intelectual (IQ) como de un parámetro sobre el cual no se iba adiscutir si tenía validez o no. El tipo de preguntas de los test que evalúan cocienteintelectual está absolutamente sesgado por la sociedad donde se generó esa medición,una sociedad anglosajona con un determinado tipo educación y manera de pensar. Si hoyse aplicara masivamente un test de cociente intelectual a los estudiantes de CienciasExactas de cualquier universidad, probablemente daría un promedio más alto que si se loaplica a los estudiantes de otras facultades de la misma universidad. No obstante, seríaimprudente decir que los estudiantes de Ciencias Exactas son más inteligentes que los deAgronomía, por ejemplo; sólo que están acostumbrados a pensar y razonar de un mododeterminado que les permite resolver las preguntas de tal forma que los hace tenercalificaciones más altas en ese punto, lo cual no quiere decir que sean más inteligentes,porque la inteligencia no se mide de una sola manera.Ciertos estudios sobre el cociente intelectual en hijos adoptados, donde se ha seguido alos padres biológicos, indican que, en promedio, los padres adoptantes tienen un cocienteintelectual mayor que el de los biológicos. Esto muestra que en la sociedadnorteamericana -que es donde se realizaron los estudios-, los adoptantes pertenecen a unnivel socioeconómico mayor que los que entregan sus hijos en adopción y han tenido unaeducación formal mucho más conectada al tipo de preguntas que se hacen en los test deinteligencia. Los padres que entregan a los hijos en adopción probablemente tienen unasituación socioeconómica o cultural inferior que hace que no puedan afrontar la crianza deesos chicos. Pero también hay otros datos: el promedio del cociente intelectual de loschicos adoptados es mayor al de sus padres biológicos y similar al de sus padresadoptantes. Esto indicaría

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