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LA COLUMNA DE HIERRO Taylor caldwell


Enviado por   •  8 de Enero de 2019  •  Ensayo  •  11.102 Palabras (45 Páginas)  •  306 Visitas

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LA COLUMNA DE HIERRO

Taylor caldwell

El poder y la ley no son sinónimos. La verdad es que con frecuencia se encuentran en irreductible oposición. Hay la ley de Dios, de la cual proceden todas la leyes equitativas de los hombres y a la cual deben estos ajustarse si no quieren morir en la opresión, el caos y la desesperación.

Los hombres de buena voluntad atentos por tanto a la ley, dictada por Dios, se opondrán a los gobiernos regidos por los hombres y si desean sobrevivir como nación, destruirán al gobierno que intente administrar justicia según el capricho o el poder de jueces venales.

Marco tulio cicerón es uno de los personajes más conocidos en roma pues fue un. Poeta, orador, amante, patriota, político, esposo y padre; amigo, autor, abogado, hermano e hijo, moralista y filósofo. Fue un hombre pacifico en un mundo que no conoció ni conocería la paz, jamás fue hipócrita: en todo momento fue moderado un hombre de soluciones intermedias.

La más profunda devoción terrenal de Cicerón fue la constitución de Roma y especialmente la ley de las doce tablas. Para él, el gobierno según la ley era un edicto de Dios basado en las leyes naturales, y el gobierno según los hombres era lo que más había que temer en una nación.

La pax romana, concebida en un espíritu la paz, conciliación y legislación mundial, se asemeja misteriosamente a las naciones unidas de hoy. Cicerón y antes que él Aristóteles “Las naciones que ignoran la historia están condenadas a repetir sus tragedias”

Los romanos fueron historiadores   meticulosos y registraron los acontecimientos en el mismo momento  en que se  producían.

La vida de marco tulio cicerón

Cicerón se encontraba enfermo postrado en una cama debido a su delicada salud el doctor le había puesto una grasa de buitre pues esto desinflamaría sus pulmones y mejoraría la salud de Cicerón aunque esta grasa le había salido muy cara pues el efecto era rápido pero sus esposa Helvia  pagara la grasa con el dinero que ocupaba para la compra de lo necesario para la casa y aunque ella estaba a punto de dar a  luz seguía igual que siempre y era algo que Cicerón reconocía de su adorada esposa al igual que su padre quien le tenía un gran aprecio pues era un excelente esposa para su hijo quien también estaba a punto de darle un nieto justo en ese momento cuando Cicerón se encontraba en cama hablando con su padre un sirviente fue y le aviso que su esposa ya se encontraba en trabajo de parto y que quería que su esposo estuviera ahí apoyándola  después de una plática que tuvieron sobre el estado de salud de Marco Tulio el trabajo de parto comenzó.

 El padre se apresuró a salir de la habitación. La vieja lira empezó a canturrear, las esclavas se arrodillaron ante las estatuas de Juno y el medico metió las manos por debajo de las mantas. Marco Tulio desfalleció ligeramente, el medico estaba muy nervioso

  • ¡la cabeza grito!

Con poco esfuerzo y contusión nació el niño pues era un niño, el 3 de enero del año 648 de la fundación de Roma, hijo de Marco Tulio Cicerón y de Helvia su joven esposa de tan solo dieciséis años que a pesar de su corta edad era un esposa ejemplar, valiente, fuerte y buena administradora del hogar y su pequeño hijo quien como era de esperarse le fue puesto el mismo nombre que llevaba su padre Marco Tulio Cicerón, el niño era la viva imagen de Helvia dijo una criada quien lo llevaba envuelto ella contesto que eso era mentira pues para ella el pequeño era parecido a su esposo y solo tenía los ojos de ella. La criada afirmo que Roma estaba esperando a un héroe pues las profecías estaban escritas y cuando él creciera se convertiría en un hombre, que habrá magníficos acontecimientos en Roma.

Después de varios años Marco Tulio Cicerón tercero había crecido y su abuelo cada vez era más viejo y rabioso, debido a que los tres hombres de la casa eran llamados de la misma manera decidieron llamarle Tulio al padre de Marco Tulio Cicerón tercero y al abuelo le llamaban el viejo el indignado por el sobrenombre que le habían puesto siempre estaba molesto con Helvia pues dudaba de sus capacidades como esposa y creía que era una falta de respeto la manera en que lo llamaban.

Debido a que Helvia llevaba la administración de la casa decidió engrandecerla contratando a varios hombres quienes se encargaron de la obra, claro siempre supervisando que hicieran su trabajo bien y llevando todo en orden en su libro de contabilidad. Ella mandaba a sus sirvientes a que les llevaran vino a los trabajadores de tiempo después ellos se quejaron de la calidad del vino y dudaron de la clase que tenía Helvia e incluso de la familia pues nadie había pertenecido a los ediles curules, así que no podían sentarse en una silla de marfil se decía que le viejo de la familia Cicerón pertenecía a la clase encuentre y que los Tulios eran de antigua linaje real Romano, siendo descendientes de Tulio Attio, señor de los Volscos que había ganado una honorable guerra contra los rudos Romanos primitivos. Para cuando la última pared estuvo terminada los obreros ya le tenían respeto a Helvia.

Desde que la casa fue ampliada, Tulio se reservó para sí misma una pequeña habitación como dormitorio y su maciza puerta estaba siempre cerrada con llave. Mientras que Helvia pensaba que su hijo era igual que su padre de temeroso Tulio pensaba lo contrario, pues creía que su hijo jamás tendría miedo a nada y sintió una ligera envidia, seguida por el más grande de los orgullos. Mientras lo observaba Tulio miró al chiquillo, que se abrazaba a sus piernas, y le paso la mano por los rizos humedecidos. Anhelaba estar a solas con su hijo y besarlo pero ningún Romano que se preciase de tal debía besar a los niños, mucho menos tratándose de un varón, pero él quería escucharlo junto a su pecho y rezar por él en el silencio. Tulio hablaba con su pequeño hijo de 2 años pero parecía escuchar a su padre con sumo interés y tratando de entender, por qué levanto poco a poco su mano y toco la mejilla de Tulio. Él oraba para que su hijo fuera un hombre como en otro tiempo los romanos deseaban que fueran lo hombres, justos en su conducta, resueltos en la virtud, fuertes en patriotismo, de ardiente piedad, animoso en la adversidad, de temperamento pacifico pero no servidor secreto de causas equívocas, protector de los débiles, prudente en sus decisiones, anhelante de justicia, moderado y honorable.

Tiempo después nació el segundo hijo de Marco Tulio Cicerón en esta ocasión Helvia no dio a luz con tanta facilidad como con Marco Tulio Cicerón tercero

En apariencia era muy robusto, un soldado en miniatura, y el abuelo, que estaba desilusionado con Marco por sus modales reservados y suaves, se regocijo con él.

Tulio se quedó mirando a su hijo e inmediatamente se sintió atemorizado e intimidado por él. Tulio volvió a su hijo Marco y sus libros. El abuelo declaró:

  • Como mínimo llegaría a cónsul. Es digno de sus antepasados

Helvia estaba muy feliz con su segundo hijo el cual estaba a semejanza de ella aunque ella estaba esperando una niña, su madre decía que el pequeño podría parecer una niña solo que tenía rasgos de varón.

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