LA DECENA TRÁGICA

LA DECENA TRÁGICA

En noviembre de 1911 Madero llega a la presidencia por medio de unas votaciones, calificada en la prensa como la más libre y espontanea de México. Gobernó 15 meses con dificultades. Y Pino Suarez queda cono vicepresidente.

El senado ejerció en su contra una posición desleal, desacredito y paralizó todo intento de reforma, pero nada tan irresponsable y persistente como el ataque de la prensa.

Madero casi siempre congruente negó a usar los métodos de la dictadura y decía “prefiero hundirme en la ley que sostenerme sin ella”.

Además de la oposición política, Madero tuvo que afrontar, entre otras, aparte de la zapatista tres rebeliones particularmente serias, las de Bernardo reyes, Oswaldo Orozco y Félix Díaz.

Reyes gobernador de nuevo león, ministro de guerra del porfiriato y fundador del partido democrático en 1909, en una entrevista con Madero en julio de 1911 se había comprometido a luchar democráticamente por el poder, pero poco después sus maniobras subversivas ya no eran un secreto.

El 14 de diciembre de 1911 entra al país por la frontera norte y 11 días después se rinde Linares. Porfirio Díaz lo hubiera fusilado, pero madero lo confina a la prisión de Santiago Tlatelolco.

En marzo de 1912 estalla en chihuahua la rebelión de Pascual Orozco, en un principio los rebeldes derrotan las fuerzas federales que comanda el general Gonzales, lo reemplaza el general Victoriano Huerta, quien finalmente doblega al enemigo y Orozco huye a estados unidos, pero huerta no puede saborear su triunfo, ha reñido a propósito con el presidente en subordinación de Francisco Villa, quien había combatido a los orochistas (en parral).

Huerta, hacia a lardes de que el uniéndose a Orozco podía quitar a Madero de presidente, en ministro de guerra Ángel García Peña lo destituye de su mando, pero poco después Madero le concede el rango de general de división, al hacerlo no lo mueve la bondad, sino la conveniencia de tenerlo aplacado.

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